El Valencia se planta en Anoeta esta tarde bajo los cantos de sirena, tras la manita al Málaga de Míchel. Por el contrario, la Real Sociedad, que empezó de lujo, lleva un par de varapalos importantes, tras un inicio ilusionante. En realidad, es un equipo al que se le hacen goles con cierta facilidad. No hay que fiarse de la estadística porque ya saben que es esa ciencia que dice que, si hay dos hombres y un pollo, el asunto sale a medio pollo cada uno, aunque sólo se lo haya comido uno y el otro haya muerto de hambre. Pero cuando los números reflejan la maldita realidad, hay que hacerles caso. Repasemos: la Real ganó 2-3 al Celta, ganó en casa 3-0 al Villarreal, 2-4 contra el Depor a domicilio. Pero luego, 1-3 en su casa ante el Madrid, y 3-0 en casa del Levante. En total, 3 victorias y 2 derrotas, por ese orden. 11 goles a favor, 10 en contra. Aun así, siguen teniendo más goles a favor que en contra.

Porra

Ahora, recordemos los nuestros: 1-0 a Las Palmas para empezar, 2-2 contra el Madrid allí, 0-0 contra el Atleti, 1-1 contra el Levante, y 5-0 a los de Michel. En total, 2 victorias y tres empates. 9 goles a favor, 3 en contra. Conclusión: tenemos los mismos puntos, pero la clasificación nos otorga dos puestos de ventaja, porque los números son más bonitos. Así que, cuando los números deciden la realidad, hay que hacer caso a los números, y no viceversa. Y, de cara al asunto que nos ocupa hoy, seamos conscientes de que el Valencia ha logrado mantener la puerta a cero en tres de cinco partidos, mientras que la Real sólo lo logró en un partido. Con todos estos elementos, tengo tentación de echar alguna apuesta.

Fast Hat-trick

Lástima que no me guste jugar a nada que no sea con una pelota real de por medio. Pero si meto estos elementos en una batidora y aprieto el botón, me da un resultado de 1-2 a nuestro favor. No me pregunten por qué. Quizá por el factor Zaza, ese señor que un lunes había sido suplente y estaba cabreado, y al día siguiente por la tarde era titular y marcaba un fast hat- trick. Aunque los goles maquillan cualquier crisis, lo del partido del Levante no puede volver a pasar. Ha tenido suerte de haber empomado con tanta facilidad, pero la disciplina en el entorno de Marcelino está al nivel de la unidad de carros de combate del Ejército de Tierra. Eso sí, le pedíamos canalizar la energía en la dirección adecuada, y vaya si lo ha hecho. Como tengo la teoría de que, cuando uno está en racha, no se corta la cosa en un partido, le adjudico un gol, al menos.

Polvos y lodos

De hecho, aunque Simone entró por buen pie, ha sido ahora, tras este martes tontuno, cuando se ha ganado no sólo el cariño, que ya lo tenía, sino el respeto. Es un Panzer. Por lo demás, vamos a competir y a darlo todo. Yo pienso que la faena es de ellos. Y eso, como excepción, porque la Real nunca ha sido rival fácil. Desde 1970 á 1994, fuimos incapaces de ganar (salvo error u omisión). En los ochenta, sólo con Espárrago logramos empatar. Y recordemos que, con Valverde en nuestro banquillo, la Real fue nuestro rival directo para entrar en Champions. Los cuatro goles que nos metió Negredo con el Sevilla (4-3), y un triunfo txuri-urdin en Riazor, nos privó de los laureles. Y de paso, le sirvieron al vallecano de casting para el futuro. Definitivamente, aquella derrota en el 2013 nos salió muy cara.

Finiquito

Ha sido una medio semana en la que se preveía calma. Pero ha bastado un buen resultado para tener la dosis de lío extradeportivo, esta vez el anuncio de la marcha de Alexanko. Se nos va el hombre en la sombra, nunca mejor dicho. El lunes han quedado para el finiquito amistoso. ¡Finiquito amistoso! Eso sí es un oxímoron. Leo por ahí que no se lo esperaba. Nosotros no nos lo esperábamos a él, cuando o trajeron. El tiempo no parece haber dado la razón a nadie, ni el aficionado entiende bien el fondo del asunto. En realidad, desde que entró el nuevo organigrama, no salía ni en las fotos. No se ha molestado tampoco el club en disimular la desconexión del tercer cable en la doble M (Mateu- Marcelino).

Rotaciones

A Alexanko le tenemos cierto cariño nostálgico los aficionados al fútbol en general que ya somos algo talluditos, porque salía en los cromos de nuestra niñez. Pero no ha habido sintonía con la marcha de las cosas. Parece que esto era la última agitación pendiente de los tiempos de Layhoon. Pero al aficionado sólo le importa el presente, y este pasa por Anoeta. Aquí tenemos a un equipo enchufado, con las pilas puestas, dispuestos a dejarse la piel por la causa, y sabedores de que aquí, esta misma tarde puede quedarse en el banquillo o salir al césped cualquiera. Esto es un equipo con sello de entrenador. Y la afición, encantada. Aquest any, sí.

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