Este inicio de año está siendo, sin ninguna duda, de lo más ajetreado en el Levante UD. Y es que, el cuanto menos mareante mercado de invierno, junto con los vaivenes del equipo, están sembrando entre gran parte de la afición levantinista un profundo estado de pesimismo, algo un tanto peligroso de cara a lo que resta de temporada.

Cambio de tendencia

Con todo ello, el equipo viaja este próximo fin de semana a partirse la cara literalmente contra el Villarreal. Se trata de una difícil plaza, al menos a priori, para empezar ya de una vez por todas con un cambio de tendencia que lleve al equipo no sólo a sumar los tres puntos, sino a cambiar las sensaciones y los ánimos de una afición herida por lo visto últimamente sobre el césped.

Y se lesiona el portero

En un campo donde no hace muchos años el Levante se colocaba líder en solitario de Primera División por primera vez en su historia tras arrollar al Villarreal por 0-3, esta vez llegamos en una situación bastante comprometida. Aquel colchón de 9 puntos sobre el descenso se ha evaporado y parece que todo sopla en contra, hasta el punto de que se nos ha roto Raúl Fernández apenas días después de la venta de Langerak a un innombrable club nipón.

Nuestro ADN granota

Pues bien, pese a todo, me gustaría enviar desde aquí un mensaje de ánimo y energía a toda la afición levantinista. Hemos demostrado ya en muchísimas ocasiones a lo largo de nuestros 109 años de vida que somos capaces de sacar adelante hasta la situación mas difícil. Hemos tenido en contra a todos en esta ciudad y no han podido hundirnos. Hemos visto a nuestro equipo naufragar por Tercera División jugando partidos con el Nules o el Torrent (con todos mis respetos para ellos). Y nuestro conocido ADN granota, que nadie lo dude, tampoco va a dejar que nos rindamos esta vez.

La afición responde

Del mismo modo, tanto el club como los jugadores, sobre todo estos últimos, deben darse cuenta de que cuando a esta afición se le da un poquito, la gente está con ellos a muerte. Así ocurrió tras el pitido final del partido del pasado fin de semana contra el Celta de Vigo. Lo que esta afición, por contra, no va a dejar impune es ver a su equipo con la desidia y el pasotismo con la que nos ´deleitaron´ a los granotas que estábamos aquel jueves después de trabajar y pasando frío contra el Espanyol en el encuentro copero.

Hay que remar

Crear un mal ambiente en torno al equipo y a la institución hoy en día sinceramente creo que es algo que no nos va a beneficiar en nada. La lucha por la permanencia va a ser una pelea durísima y lo cierto es que debemos tener presente que este es, mal que nos pese, nuestro lugar natural: Pelear por seguir un año más entre los más grandes, que parece que a algunos se les olvida que somos el Levante y no el Bayern de Múnich. Ya habrá tiempo de pedir responsabilidades al final de temporada, pero hasta entonces vamos a remar todos juntos en la misma dirección porque sólo así lograremos el objetivo... Así que, ahora, ¡todos a una a por el Villarreal!