Este martes debatíamos en Tribuna Deportiva qué jugadores no venderíamos el próximo verano para recaudar los 45 millones netos que hacen falta para cuadrar las cuentas del club, según los propios datos que la entidad facilitó a sus accionistas a principios del mes de noviembre. Como es lógico cada uno teníamos una opinión diferente pero en este caso coincidimos bastante en una tertulia en la que solemos estar poco de acuerdo, porque eso con Pascual Calabuig y Juan Carlos Alarcón es casi imposible. La conclusión más o menos general es que hay que vender lo menos posible y en este caso hay que aprovechar la buena temporada que está haciendo el equipo para vender a aquellos jugadores que menos impacto tienen en el equipo o al menos aquellos que menos impacto tendría para el equipo su ausencia.

Hay quien hace cuentas con los cedidos, pero por desgracia creo que ahí el Valencia CF sólo tendrá pérdidas millonarias y deberá rescindirlos o conformarse con salidas estilo Negredo o Enzo. Es cierto que con Joao Cancelo se recaudará una buena cifra de venta pero al menos hará falta traspasar a uno o dos jugadores más dependiendo del importe de estas ventas. Llegados a este punto y tras lo muchísimo que se ha equivocado Meriton en el plano deportivo desde que aterrizó sólo espero que esta vez, la segunda que ostentarán la mayoría accionarial en un verano de Champions, deben ser más que consecuentes con lo que prometieron en su día y por una vez cumplir con su palabra. El valencianismo se merece un equipo Champions y que esté a la altura de la exigente próxima temporada. Lo que ha conseguido Marcelino con su trabajo y Alemany con su gestión no pueden echarlo al fuego los asiáticos el próximo verano vendiendo los cromos buenos para volver a empezar.

Lim ya desaprovechó en el verano de 2015 la oportunidad de formar un buen equipo después de que Nuno clasificara al Valencia para la Champions. Igual que aquella temporada, el club tiene una buena base pero necesita refuerzos y por supuesto mantener a los buenos. Neto, Kondogbia, Rodrigo y Soler deben ser los futbolistas por los que no se escuche ninguna oferta. Ninguna. Esos deben ser intransferibles y bandera del nuevo Valencia CF de Champions y jugadores como Paulista, Murillo, Garay, Parejo o Zaza sólo deben venderse si llegan propuestas con precios por encima de su valor de mercado. Es decir, Lim debe conseguir que el resto de clubes no vengan a Valencia y piensen que pueden llevarse a los mejores jugadores cómo y cuando quieren. Si de verdad el asiático tiene intención de hacer un gran equipo, incluso si tiene intención de vender las acciones porque se ha cansado como algunos amigos del presidente deslizan a través de sus decadentes ondas, este verano es el verano de apostar por lo deportivo y sólo por lo deportivo.

Si hay que arrojar perdidas que las cubra Lim, porque él mejor que nadie sabe que para poder ganar primero hay que invertir. En el fútbol es raro que las cuentas salgan como las programas, pero sí se suele cumplir que cuando se da poder a la gente profesional y que sabe de fútbol, y además se le deja trabajar llegan los resultados. Marcelino ha conseguido conjuntar un equipo que ya tiene el molde y que con cinco o seis fichajes este verano será una plantilla que nada tendrá que envidiar a algunas de las que hoy están en los cuartos de final de la Champions. Llegar a esa ronda el próximo curso sería mucho más rentable económicamente que vender este verano a uno de los buenos jugadores que tiene este equipo. Llegar a unos cuartos de final de Champions significaría un pellizco extra de unos 15-20 millones de euros en el presupuesto por los propios premios de la competición más los derechos televisivos europeos. Es decir, la ecuación sale sola y ese debería ser el objetivo. Conseguir un equipo poderoso y competitivo porque con ello se ganaría en todos los aspectos. El aficionado estaría feliz con su equipo, llenaría el estadio, se venderían más camisetas, los sponsor acudirían porque querrían estar de la mano de uno de los mejores clubes de Europa, los ingresos aumentarían en todas las partidas y seguramente a final de campaña el club podría elegir si vende a alguna de sus piezas y no tendría que hacerlo por obligación. Sé perfectamente que el club tiene presupuestados 45 millones por ventas este curso, pero si Lim no tiene intención de invertir en el nuevo Mestalla está obligado a no vender a los buenos y a hacer un gran equipo. Que cubra las pérdidas porque si con ello no pierde potencial deportivo en el futuro esas perdidas que él asuma le serán más que rentables.