La aportación más destacable de Marcelino la temporada pasada fue hacer del Valencia cf Con altos y bajos, errores y aciertos, pero nunca cayendo en la descomposición y el pasotismo que habíamos sufrido tanto tiempo hasta su llegada. Lo mejor que nos deja el partido ante el Atlético es que eso, lo más difícil de conseguir para cualquier entrenador en la élite, sigue ahí. Más allá de los futbolistas, la maquinaria sigue intacta para empezar a construir desde ahí.

DE MENOS A MÁS

Este es otro Rodrigo

El Atlético fue mejor en el primer tiempo. Seguramente agradeció el plus competitivo de la final de la Supercopa y entró en harina con una marcha más. El intercambio de golpes nunca favoreció al Valencia, incapaz de acercarse a Oblak con otra cosa que disparos desde lejos sin ton ni son. Sólo Rodrigo, más en forma que nadie con notable diferencia, era capaz de enviar alguna señal de peligro al rival. La habitual maraña que distingue a los madrileños hacía presagiar lo peor. El gol atlético dejó retratados, una vez más, a los laterales locales. Mientras Piccini se dormía y no respetaba la línea marcada por sus centrales, Gayà, el mejor amigo de Correa desde hace tiempo, se olvidaba del argentino. Un gol de patio de colegio.

El equipo dio claras señales de alerta, de incapacidad. Nadie sabía por dónde buscarle un hueco a la defensa enemiga. Todo cambió gracias a Rodrigo. Se aprovechó de un -poco habitual- error de cálculo de Godín para clavarla sin contemplaciones. Este es otro Rodrigo. A partir de ahí el partido cambió de bando. El Valencia CF terminó envalentonado y llegó a perdonar el partido a su rival. Especialista en ganar sin merecerlo -viene de hacerlo frente al Real Madrid-, esta vez Simeone se dio con un canto en los dientes con el empate.LOS NUEVOS

Lo que no tiene Wass

Mayor mérito tiene el haber dado la cara sin los futbolistas que tienen que marcar la diferencia. En la cuenta de Wass está el centro que precedió al gol de Rodrigo, pero el danés aportó poco más que kilómetros recorridos. El Valencia necesita en esa zona un desequilibrio que con Wass no va a encontrar porque sencillamente no lo tiene. Unido ello a que Soler tampoco tuvo el día y Mina es Mina, se entiende el susto que tenía el aficionado en el cuerpo al llegar al descanso. Piccini, por su lado, tampoco ha despejado muchas dudas. Aturullado -y algo torpe- en ataque, es el primer responsable del gol del Atlético. Parecía difícil no mejorar a Montoya y, de momento, el italiano está poniendo todo el empeño en conseguirlo. Los otros tres debutantes tuvieron poco tiempo, aunque tanto Gameiro como Batshuayi dispusieron de su oportunidad para marcar. No la aprovecharon.

LO POR LLEGAR

Guedes sería la mejor noticia

Habrá que esperar todavía unos días más -1 de septiembre- para valorar el equipo que se le queda a Marcelino. De momento, tuvo que apañarse con uno peor que el que tenía la temporada pasada. Nadie en esta plantilla puede realizar el papel de Guedes, cuya incorporación sería, sin duda, la mejor noticia del verano. Y de momento, seguimos poniendo en duda que los recién llegados sean capaces de mejorar a Zaza. En unos cuantos partidos volvemos a hablar.