Lewis Hamilton abandonó hace una semana el circuito de Spa Francorchamps con la certeza de que el monoplaza de Ferrari es hoy por hoy el coche a batir. Con angustia pidió en Bélgica más potencia para su Mercedes ante el «repaso» que los de Maranelo le tenían preparado para Monza. Sus temores se hicieron realidad en la clasificación del Gran Premio de Italia: los de Ferrari coparon las dos primeras plazas de la parrilla de salida, eso sí, en el orden inverso para los intereses del candidato al título de pilotos al que aspira Vettel. El alemán decidió no usar el rebufo de Kimi y lo pagó caro al quedarse sin la pole. Para el finlandés la situación no era nada fácil en la carrera: debía parar a Hamilton en la salida, pensar que tendría que dejar pasar a Vettel e intentar olvidar que ya tiene un pie fuera de la Scuderia por la llegada de Leclerc.

Bastaron dos curvas para disipar gran parte de los problemas de Raikkonen. Vettel perdió la segunda plaza en la salida y quiso, a pesar de contar con un coche superior, pasar a Hamilton en la siguiente curva. La codicia del alemán se tradujo en un toque con el Mercedes, seguido de un trompo que le dejó último y fuera de cualquier opción de victoria. Hace ahora un año de otra de las pifias de Seb: la de Singapur, donde arruinó las opciones de seguir luchando por el título. El alemán vuelve a echar por tierra una gran oportunidad de oro y en Italia empiezan a no entender por qué, si disponen del mejor monoplaza, las victorias se escapan como el agua en un cesto de mimbre.

Hamilton sale reforzado de Monza y aunque ya no cuenta con lo que siempre le hizo grande, el mejor coche de la parrilla, sus éxitos demuestran que está pilotando mejor que Vettel. Los treinta puntos que ya le saca al alemán le van a dar alas. Y todo ello a pesar de una estrategia arriesgada de su equipo en Monza, que le hizo mantenerse en pista cuando ya no tenía los mejores neumáticos.

A Vettel le quedan siete carreras para demostrar quién de los dos merece el pentacampeonato. Por el momento Lewis, con un coche inferior, le lleva ventaja.

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