Esto es tremebundo, horroroso, terrorífico, agotador. Por mucho que digan que los puestos Champions están a diez puntos, ahora parece una quimera. La pañolada salió a relucir el sábado, como en tiempos analógicos. Ahora bien, que nadie diga que aquí cantamos el «menganito, vete ya», porque la paciencia que la grada ha mostrado con el entrenador tiende al infinito. El sábado, el personal explotó. Porque, aunque se diga que creamos muchas ocasiones, que tuvimos mala suerte, que lo lógico sería haber ganado... hay una sensación en las alcantarillas de la conciencia general: no sabemos a qué jugamos. Es tal el desaguisado, que ni siquiera los aficionados nos ponemos de acuerdo sobre el problema en conversaciones de tertulia barata. Marcelino se está gastando las seis vidas que le deberían sobrar para batallas mayores.

Bandas

No estimula oírle decir que no cree que cambiar jugadores, sistemas o modelos de trabajo conduzca a nada, salvo a la confusión. El exceso de insistencia puede ser causa del desamparo de la afición, a veces. Que es un gran entrenador es indudable. Pero hay cosas que necesita precisamente cambiar, no empecinarse en ellas. Por ejemplo, cuando jugamos sin lateral derecho. Ya puestos, ¿no sería mejor Lato. Lo de Soler estuvo bien el año pasado, pero recuerda al año en que Parreira se empecinó en pegar al gran Fernando a la cal. Esa banda, en general, no tira, no por falta de calidad en el toque, que hay mucha, sino porque no hay desborde, ni velocidad, ni uno contra uno encarando en vertical, ni sorpresa. Que falta la finta y el sprint, vamos.

Agotado

Por el otro lado, Gayà y Guedes, que es el único extremo nato de la plantilla. Guedes. En el minuto 67 ya estaba soltándose el agarrotamiento. Y el míster decide que se queda 90 minutos en el campo.minuto 67 ya estaba soltándose el agarrotamiento Da que pensar que no confía en el recambio. Pero un jugador que está al 50 por cien no puedes arriesgarlo con 90 minutos a saco, en plan Séptimo de Caballería. Y cuando se rompa, la solución seguirá siendo Wass Y ese, amigos, solo era Angulo. El mejor centro de la tarde lo dio GarayCentró mejor que todos los demás, juntos.

Cambios

Para colmo, Soler, que estaba fino, fue sustituido. ¡Ah, los cambios! Otro tema jugoso. Que no se lleven a cabo antes del minuto setenta, llueve, nieve o truene, debe tener explicación telúrica para iniciados en la cábala a través de algún versículo bíblico. Cuando un suplente se entera que lo es, ¿cómo va a motivarse si sabe que sólo le van a dar cinco o seis minutos? Así se relajan los titulares, que no ven competencia hagan lo que hagan, y los del banquillo, que trabajan toda la semana para apenas jugar. No es casualidad el trote indolente de Batshuayi, que saliendo cuando quedan pocos minutos, no se acerca ni a la banda para recibir un saque de banda, que al final tiene que ir a recoger, agotado, Rodrigo quien, por cierto, falla y se come el runrún de la grada. O que Gameiro esté seco, como el propio GameiroRodrigo

Suerte

Si no hay gol con esos pedazos de jugadores, significa que las rotaciones no están funcionando. A lo mejor convendría replantearse la política al respecto, sobre todo para saber hacer cambios ante las adversidades a tiempo. Y aún con todo, tuvimos mala suerte, porque generamos más ocasiones que el rival. Pero esto es mal de muchos, consuelo de tontos. Para mí, la suerte en el fútbol no existe. Es más interesante debatir la sensación de que les pesaba el alma en cuanto recibieron el gol, que la volubilidad de la diosa fortuna. Aparte de que hemos hecho internacional a Bono, el portero del Girona, parecía que, tras el gol, cada uno hacía la guerra por su cuenta. Hay que tomar siempre la mejor decisión con la pelota en los pies.

VAR

En resumen: si ponemos a un lateral de lateral, a un carrilero de carrilero, y a Soler le devolvemos al doble pivote, que es su sitio natural, la cosa podría ir a mejor. Y si encima hacemos los cambios espontáneamente, y no a partir del minuto setenta por Decreto Ley, también puede que fluya la cosa y se genere mejor ambiente en las mentes de algunos. Y, por último, el VAR. Se han cargado el fútbol. Yo ni me levanto de la butaca para celebrar un gol. No lo canto. Como van a revisarlo...Al Valencia, en cambio, no le han dado ni unas manos en el área contra el Espanyol, ni la expulsión de Gaspar del Villarreal por entrada a Coquelin en agravio comparativo con VillarrealCoquelinParejo Con un humano al volante, siempre habrá un error humano. La única diferencia es que a ese no se le puede pitar sobre el césped, porque está escondido.

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