El Levante UD estuvo a un suspiro de sumar la quinta victoria consecutiva tras un partido que al final empató por un cúmulo de circunstancias, entre ellas que Paco López perdiera un último cambio por las molestias musculares de Campaña. A posteriori, en lugar de Doukouré en el centro del campo, lo que pedía el partido era la entrada de Pedro López o Coke para reforzar la banda derecha con una pieza más defensiva. Aunque el problema en esencia fue de profundidad con Róber Pier, es evidente que Jason no está acostumbrado a defender como un lateral. El gallego es un jugador que va muy bien de cabeza para rematar en ataque pero no tanto en la disputa de un balón dividido como el que le peinaron en la medular y que originó el gol de Pedraza. En lugar de subir ahí, y aunque Róber debió salir, la mejor opción habría sido que Jason tapase en lugar de ir a la disputa faltando tan poco tiempo para el final. Aunque el Villarreal tiene más poderío por dentro, por fuera le generó bastante peligro. En especial también con el debut del joven Samu, que fue el mejor produciendo ocasiones y desconcierto a pierna cambiada.

Sin bajar el pistón

Más allá de los dos puntos que se le escaparon cuando prácticamente los tenía en el bolsillo, el Levante lo hizo otra vez bien pese a no jugar su mejor partido ni tomar las mejores decisiones con balón en tres cuartos En la primera parte estuvo muy cómodo defensivamente esperando su oportunidad, que llegó con un cabezazo a balón parado. En la segunda, en cambio, estuvo mejor el Villarreal, que tiró de calidad pese a que la mayor parte del peligro lo creó con las arrancadas de Samu. El equipo no le perdió la cara al partido en ningún momento y dispuso de ocasiones muy claras como la de Borja Mayoral que sacó Asenjo y el posterior rechace a pies de Jason. El de Paco López sigue siendo un equipo difícil de contrarrestar, con una presión exigente que pasa factura en los últimos tramos porque es difícil de mantener un ritmo tan alto. Un equipo con la virtud de hacer las cosas en 4 o 5 pases, sin especular y con transiciones y cambios de orientación rápidos y precisos que desorganizan a cualquiera.Nunca se descompone

Es muy difícil mantener la compostura durante todo un partido y eso es algo que el Levante está siendo capaz de hacer. Contra el Villarreal, un equipo europeo que irá poco a poco recolocándose en la tabla, sólo se descompuso una vez, en la pérdida de Bardhi que dio pie a la contra que pifió Gerard en el área. Con este nivel, y si no baja el pistón, no es una utopía estar arriba porque la sensación es la de poder ganarle a cualquiera. Eso sí, Paco tendrá que ir sorteando los obstáculos que vayan saliendo. El próximo, relevar a Rochina sin que el centro del campo se le vuelva demasiado estático.

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