Es cierto que en este mundo del fútbol tendemos todos a encumbrar rápidamente tanto a los jugadores como a los entrenadores de turno. De hecho, tenemos varios ejemplos bastante recientes que nos pillan además muy cerca tanto en nuestro propio equipo como en el de nuestro vecino, el Valencia CF, ¿verdad? Los hay que nos encandilan por gestos puntuales, otros que lo hacen por sus paripés de cara a la galería y unos pocos simplemente por declaraciones o actuaciones fuera de los terrenos de juego. Héroes, al final, que suelen ser pasajeros. Tal y como se dice, pan para hoy y hambre para mañana.

Paco se hace de querer

Teniendo claro lo anterior, también es justo reconocer que, afortunadamente, existe también gente que directamente te toca la 'patata' y que lo hace con todas las de la ley. Personas que, sin necesidad de hacer nada especial, simplemente por ser como son y demostrando las cosas exclusivamente donde tienen que demostrarlas, son capaces de emocionarte y de hacer que sientas una empatía tremenda con ellos. De que llegues incluso a quererlos sin haber cruzado siquiera dos palabras. Es, justo, lo que sentimos muchísimos granotas con Paco López

Una espinita clavada

Es cierto que tengo una espinita clavada con él por aquel fatídico partido de Écija. Con apenas 13 años aquella fue mi primera gran decepción como levantinista. Una herida que quizás no termina de cicatrizar por la falta de claridad que hubo en su día sobre lo ocurrido en aquellos fatídicos 15 minutos del descanso. Pero bien, el pasado, pasado está. A veces es mejor dejarlo quieto y no removerlo. Así que, quitando esto, que de verdad lo siento pero tenía que escribirlo, nuestro míster está consiguiendo que disfrute con mi equipo de una manera que no recordaba haberlo hecho. Este Levante te emociona y, sin duda, Paco López es el principal artífice. ¡Gracias!.

De sueño a realidad

A todo esto, hoy nos enfrentamos al Lugo en el partido de vuelta de la Copa del Rey. Y, viendo la convocatoria que hizo ayer nuestro míster, parece que por fin este año nos vamos a tomar en serio el torneo del KO. En una temporada en la que todo apunta a que la permanencia se nos va a quedar corta como objetivo (quitémonos la careta ya), la ilusión del levantinista va a pasar obviamente por llegar lo más lejos posible tanto en LaLiga como en Copa. Tomemos los ejemplos de Alavés o el más reciente del propio Leganés. ¿Os imagináis lo bonito que sería para nuestro Levante jugar una final de Copa? Peleemos por este objetivo desde hoy mismo.

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