El partido empezó, 0-0, ni frío ni calor. Y acabó 1-1, ¡oh, sorpresa! Más frío que calor. Antes de ello, el Valencia CF gozó de claras ocasiones en la primera parte. Rodrigo pudo marcar al inicio, pero no estuvo fino en la definición. Luego, le dio un pase a Mina que falló estrepitosamente en el uno contra uno. Y finalmente, el hispano-brasileño marcó un gol, circunstancia excepcionalísima, pues no pasaba en Liga desde la primera jornada. A partir de ahí, la segunda parte fue otro cantar. Cierto es que el VAR nos hundió, pero el equipo no hizo nada para machacar. Ipurua no es un campo fácil, eso por descontado. Pero en campos así se marcan las diferencias. Y el equipo blanquinegre no las marca ni en su propia casa. Este es el año que vivimos peligrosamente. El míster está como el equipo: en el alambre.

Justicia

Luego está el asunto del VAR. Sinceramente, desde el inicio de los tiempos unos pocos veníamos avisando de que el VAR. Pero claro, éramos los raros, los frikis, los weirdos. Los stranger things. Nadie nos ha apoyado. Todo el mundo se ha dejado seducir por la maquinaria de marketing. Pero la justicia ciega sólo la imparten Dios... y Charles Bronson. Al final, hay un señor que está en su celda de cristal y a quien nadie vemos que decide que una jugada de revisión (como mínimo) en el área del Eibar, no procede someterla a revisión. ¿Por qué? Porque los caminos del señor árbitro son inescrutables. Mientras, el árbitro de césped no se mancha. Nos han vendido un filtro. Que genera desagravios igual que alivia otros. Distintos, pero es lo mismo de antes.

Declaraciones

Las palabras de Rodrigo son para enmarcar y colgar encima del cabecero de la cama. Donde dije digo, digo Rodrigol. Son arriesgadas, porque dice verdades como templos, pero no facilitarán la labor. Claro que yo soy de los que piensan que no hay que tener miedo, cuando se dice la verdad. ¿De qué sirve que vayan los árbitros a explicar los criterios a las ciudades deportivas al principio de año, si luego cada uno baila al son que le place? Y señala que luego se repite la misma jugada en la otra área, pero la interpretación del árbitro es distinta. ¿Manos son manos? ¿Incluidas las no intencionadas si no afectan a la trayectoria del balón? ¿Ser o no ser? Esa es la cuestión. Bueno, la cuestión es que no nos quiten ni una migaja, porque no llegamos a fin de curso, a este paso.

Endémico

Eso no es óbice para confirmar que el mal no está ahí fuera, sino dentro de nosotros mismos. Perdonamos en la primera, y tuvimos mala suerte con las dos lesiones. Pero además, hay males endémicos, y uno de ellos es no cambiar de sistema ni harto de vino. Tampoco se cambian los argumentos en rueda de prensa, lo que supone un agotamiento creativo para el que habla y para los que trasladan esa información. Que si tuvimos el balón, que si creamos ocasiones, que si la mala fortuna del VAR, etc. Pero lo que se percibe es que no damos tres pases seguidos en condiciones, que perdemos el control del partido de repente, y que el enemigo decide a qué vamos a jugar. Y nosotros, a colgar balón y a verlas venir.

Lesiones

Si a eso añades que el razonamiento (parece ser) es que, si el árbitro lo tiene muy claro, el VAR no se aplica, apaga y vámonos. Admito que tengamos mala suerte. Pero la suerte es cuestión de estadística. Si te pasas la vida jugando dentro del área rival, es muy posible que te piten bastantes penaltis a favor, algunos justos y otros injustos. Si apenas creas ocasiones, y tampoco te las crean, la suerte es nimia, alguna vez a favor, alguna vez en contra. Pasan pocas cosas, y las que pasan no ponen los pelos de punta. A mayor abundamiento, las lesiones musculares se han cargado a Paulista y PaulistaCoquelin Dos imprescindibles, ahora mismo. Lo del francés tiene pinta de ser menos grave de lo que parecía, y lo del central, más de lo mismo, recaída en los isquios.Sporting

A eso hay que añadir que Guedes No acabamos de entender los seguidores este secretismo en algo que debería ser un mero parte médico desde hace tiempo, y que habría supuesto como mucho la presión popular de que resolviera su problema antes, bajo el mismo método. Hay veces que nos generamos misterios nosotros mismos. Al menos en Copa nos ha tocado el histórico Sporting, equipo al que todos los aficionados románticos echamos de menos en Primera, y que nos servirá para volver a visitar una de las ciudades más bellas de España Ha sido la única noticia bonita de la semana. Este es el nivel, Maribel.

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