Cuando salió la bolita del Valencia CF para emparejarse con el Getafe muchos lo celebraron como si el sorteo hubiera sido muy beneficioso para el club valencianista sin reparar en que seguramente había tocado, junto al Sevilla. Los de Bordalás se han convertido en apenas año y medio en uno de esos equipos competitivos, rocosos y antipáticos que cuesta ganar sangre, sudor y alguna lesión.

Entendiendo que el sorteo fue más difícil de lo que parecía, que el fútbol todo puede pasar y todos esos topicazos, la imagen que dejó el Valencia CF en Madrid el martes no fue propia de un club con la grandeza del blanquinegro en unos cuartos de final de la Copa. Yo salí del estadio congelado y humillado. Humillado porque a mi equipo le vacilaron en el césped, en la grada y en la salda de prensa y nadie lo defendió. En el césped el equipo se arrugó ante un conjunto experto y experimentado en jugar al otro fútbol y que supo pegar con la connivencia arbitral que dejó sin expulsar a Damián y Arambarri. No hubo un sólo futbolista que sacara carácter aunque fuera para haber levantado a un azulón después de la entrada sobre Gameiro

En Vigo se resaltó con buen criterio los abrazos de los futbolistas con Marcelino al finalizar el partido, pero yo eché en falta que algún valencianista sobre el césped del Coliseum sacara orgullo, carácter y raza y ya que con fútbol no podían con el Getafe, al menos hubiéramos visto alguna acción de ese otro fútbol que nos hiciera ver que los nuestros estaban ahí, sufriendo pero con sangre en las venas. Sólo Jaume recorriendo 40 metros para defender a Kang in de las ataques de Damián y compañía me dieron ese pequeño aire de esperanza para creer que ese vestuario estará descontando segundos esperando la revancha de Mestalla.

Queja por el no VAR

En el césped faltó algún titular más, sangre, carácter y ambición para ir a por la Copa pero como quiero creer que en la vuelta todo será diferente me centro en lo que también eché en falta en el Coliseum. No entiendo que el Valencia CF no haya presentado una queja pública por la agresión de Damián sobre Kan gin que no fue revisada por el VAR. Es una acción clarísima y de un futbolista al que es llamativo que los árbitros no le tengan cogida la matrícula. En los últimos años contra el Valencia CF ha debido ser expulsado varias veces por agresiones y sin el VAR se pudo escapar pero con el debería ser delito que no lo vieran. Por desgracia, en este país 'el que no llora no mama' y habrá que llorar para que se cumpla el reglamento con el futbolista uruguayo.

Por último, el director de comunicación debió cortar la rueda de prensa cuando a Marcelino empezaron a acribillarlo los periodistas madridistas que cubren la información para los medios nacionales. Fue una encerrona en toda regla y como bien dijo el asturiano, se cortan sólo extractos de sus declaraciones para generar confrontación. El entrenador del Valencia CF está discutido en Valencia pero jamás puede ser acribillado en Madrid. Que tomen nota, que luego se arrodillan ante las cadenas nacionales. Marcelino que también tome nota de ello.

Por último, la Copa está dejando una gran noticia se llama Kang in Lee. El valenciano por fin se ha quitado la mochila de la ansiedad y la presión y ha dejado dos chispazos de la calidad que tiene en forma de golazos. Debe seguir esa línea de encarar y encarar porque ahí saldrá el Ferran que es. El surcoreano pide paso a gritos y blindaje ya. Marcelino debe dejarse de tópicos y ponerlo a jugar. En Getafe dio el paso adelante definitivo y se doctoró ante Damián. Fue el mejor y para seguir creciendo no hace falta paciencia, hace falta ponerlo. Y blindarlo. Nada más.