Llega la primavera, con los almendros en flor y los goles en la cesta. Tras un largo y frío invierno, el clima ha cambiado radicalmente, y nadie lo esperaba. Con todo el fútbol que uno puede haber visto a una edad razonable como la mía, no recuerdo precedentes al alcance de que cuando las cosas pintaban tan mal, acaben enderezadas con el rumbo que llevamos. Hace una semana, el Athletic Club visitaba Mestalla, y tan solo un mes atrás éramos compañeros de cartel en la zona podrida de la clasificación. Rodrigo marcó un golazo para enmarcar, y RodrigoGameiro Que los goles los metan los delanteros también es algo que hacía tiempo que no veíamos. No solo ganamos, sino que concedemos a los rivales muy pocas ocasiones, por no decir ninguna, y les aburrimos hasta que abren la lata. Antes, los aburridos éramos nosotros.

Clave

Luego, contra el Krasnodar, las sensaciones fueron agridulces en general, no tanto por lo que pasó sino por lo que podía haber pasado. Un 2-1 convierte una noche de fútbol sensacional en una trampa muy peligrosa, porque el 1-0 allí sería mortífero. Siendo un partido que teníamos tan controlado, la clave del asunto estuvo en el 3-0 fallido de Gameiro quien, por cierto, no acostumbra a marrar esas. El gol en contra dejó en evidencia a Piccini, algo que ya le pasó en sus inicios aquí y que había resuelto en los últimos tiempos. No es culpa de nadie, y tampoco podemos ponernos exquisitos, porque hace tan solo tres semanas habríamos firmado todos por encontrarnos en esta situación. El artífice fue, de nuevo, Rodrigo. La cruz, RodrigoGuedes

Rodrigol

Del hispano-brasileño podemos decir que se ha rehecho después de tres cuartos de temporada aciagos. Lo que le ha pasado a Rodrigo, por otra parte, es lo que le pasa al 80% de los jugadores que juegan un Mundial, cuando llega la siguiente temporada. Recuerdo en mi archivo mental incontables jugadores, muchos de renombre mundial, que al año siguiente de tamaño esfuerzo no dieron pie con bola, nunca mejor dicho. Es francamente difícil mantener el ritmo, las fuerzas y la regularidad cuando no has tenido suficiente descanso o te incorporas tarde a las rutinas del equipo. La ventaja de Rodrigo es que ha reviscolat a tiempo de sumarse a una potencial gran campaña, a poco que mantengamos el rumbo. El año pasado me convertí al 'Rodriguismo', como San Pablo al Cristianismo. Perdón si volví a dudar.

Ansiedad

Sobre el portugués, en cambio, se ciernen sombras de duda e inseguridad. Más por su parte que por la nuestra. Guedesuedes debe saber que no nos tiene que demostrar nada sobre la calidad de su fútbol. La conocemos, le hemos visto, nos ha levantado de la grada en varias ocasiones, sabemos de su talento. Tan sólo tiene que mostrar que está recuperado. Se le vio frustrado en el cambio fetiche de Marcelino, el del minuto 70. Los periodistas le advierten de que se tranquilice, que no intente el todo o nada en cada jugada, que se vaya agarrando al ritmo poco a poco. La grada es respetuosa, y algún silbido aislado no debe retumbar en sus tímpanos, aunque vaya por delante que es innecesario y hasta de mal gusto silbar al jugador. Si todos tenemos paciencia, él, nosotros y el técnico, acabará siendo el jugador franquicia.

Precedentes

Esta tarde dormimos la siesta contra el Girona, en su campo. Allí marcó un golazo el denostado Vietto, el año pasado, y sacamos un 0-1. Tan solo un par precedentes al partido de hoy tenemos allí. El otro es el 0-2 que le endosamos en ronda de Copa del Rey en la 78/79, el año que ganamos la Final al Real Madrid con Kempes como murciélago. Me comenta mi amigo Sergio Comas, nuestro Mr. Chip local, que ese año jugaba Subirats en las filas del club catalán porque estaba haciendo la mili allí. ¡Qué cosas! La mili solo causa problemas ya a los jugadores coreanos. Rubén Sobrino también tendrá momentos de contraste, ya que jugó en las filas del equipo catalán en la 15/16. El partido es incómodo, por el rival, el campo y la hora. Como espectador, da mucha pereza. Si además hace sol, la primavera puede adormecer la sangre a esa hora, en vez de alterarla.

Expectativas

Luego, el jueves que viene visitamos el Mar Negro, para poner nuestra ubicación en el mapa. Tres días después recibiremos al Getafe fresquito y calentito a la vez, en una tarde de Fallas que esperemos sea gloriosa...El Getafe es rival por la cuarta plaza, y aún tenemos cuentas pendientes con ellos. Será tarde de ofrendas y víspera del Centenario. La mascletà ese día se prevé de órdago. Aunque no vendamos la piel del oso antes de cazarlo. El oso se llama Montivili, y hay que salir a cazarlo en unas horas. Parejo, ParejoCoquelinse juegan la acumulación de tarjetas para el siguiente encuentro, que como hemos dicho es importantísimo, estratégicamente hablando. El capitán debe evitar empalmar el descanso forzado con el del Krasnodar, que se le viene encima. Es momento de tirar de plantilla.

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