Son tantas decisiones perjudiciales en partidos y con árbitros distintos que ya no sabes qué pensar. Es una detrás de otra. Y en una situación así Quico Catalán hizo lo que tenía que hacer dando la cara. Hay algo raro, y si el presidente saltó como lo hizo es porque está cansado. ¿Cuál es el criterio del VAR, por qué en unas jugadas entra y en otras idénticas no?El dedo o el talón

Primero, en el gol de Coke su mano derecha obstaculiza el brazo izquierdo de Herrerín, pero eso hay que verlo con la cámara lenta y milimétricamente y de hecho en primer instancia, para el árbitro, era un remate válido. Segundo, los penaltis que pita, tanto el del Levante como el del Ahletic, son penaltitos y el más claro de todos ni lo señala ni el VAR lo revisa, ya que la mano de Íñigo es involuntaria pero está despegada del cuerpo y es punible. Y tercero, así como las manos de Bardhi sí fueron castigadas ante el Madrid, a Morales en la que es imposible saber en qué instante golpeó el balón y por tanto si está en posición ilegal por el dedo gordo o el talón.

Dejadez y algo más

Más allá de la cuestionable interpretación arbitral, el Levante jugó un buen partido penalizado por acciones defensivas en las que se pecó de dejadez y falta de concentración. En el 1-0 Vezo deja que Yuri controle y pueda hacer la pared por dentro o por fuera. Ahí Jason, que es muy rápido, tenía que haberlo obstaculizado antes de que le cogiese la espalda. Y en el 2-0, la defensa se queda descolgada. Cuando engatilla Williams viniendo desde atrás hay siete defensas dentro del área más el portero y casi todos están por inercia a menos de dos metros de la portería en lugar de replegarse escalonadamente. Es una jugada similar a la del gol de Rochina ante el Eibar llegando desde atrás después de haber iniciado él la jugada, aunque con la diferencia de que los de Mendilibar no acumularon a tanta gente en el área.Con balón y en parado

Con nuevo dibujo y haciendo frente a las bajas, el Levante ofreció sobre todo en la segunda parte mucho con el balón. Y cuando no lo tuvo también hizo las cosas bien replegándose en estático. El problema es que cuando hay un error a la defensa le coge descentrada y cada pérdida es una ocasión manifiesta rival. El equipo de Paco López es muy efectivo en el robo y salida rápida del balón. Pero hay que tener claro que cuando presionas es normal fallar y precipitarse. A veces hay que ser más prácticos, y ante la salida en tromba del Athletic habría que haber estado algo más arropados. Ofensivamente, además, el balón parado funcionó, aunque en juego elaborado también se generó la ocasión de Mayoral. El partido del domingo ante el Huesca, este sí, es una final. La derrota en Bilbao y sobre todo cómo se produjo es un golpe pero no debe condicionar el ánimo del equipo.

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