No se trata del título de una película, sino de lo que uno siente cuando se entera, apenas hace unos días, de que FIFA

Cada cuanto aparece, como las golondrinas en primavera, una noticia sobre una redada de malévolos del fútbol. Sin embargo, no me hartaré de escribir sobre ello, para que todos y cada uno de los que puedan verse tentados por esa zanahoria del dinero fácil, vea que pueden caer, o bien por FIFA o bien por los órganos españoles, cuando se trata de temas internacionales o nacionales, respectivamente.

Aquí, dos jugadores de Trinidad Tobago, una federación de la Antillas, perteneciente a la CONCACAF, que ha tenido muchos casos de corrupción en el llamado FIFAGATE, se han visto pillados e investigados, y tras una labor ingente de FIFA, han podido ser visualizados los engaños a los que se dedicaron esos futbolistas. También otros, de Afganistán (dos), Malawi, Sierra Leona, Benín, Kenia y Cuba han caído, así como un agente de Zimbabue.

Como vemos, se trata de países exóticos pero no por ello son menos culpables ni el asunto menos grave. Además, caen los culpables siendo de un país musulmán, comunista o capitalista y de tres continentes... No hay, por lo tanto, nadie que se pueda salvar cuando de ganar dinero fácil a través del amaño de partidos se trata.

Y es que parece algo sencillo y se piensa que, ¿quién va a controlar esos encuentros a los que no interesa nadie, salvo los nacionales de cada lugar? Pero, hay que recordar, los métodos modernos de control, a través de entidades como, por ejemplo, Sportradar, que siguen a miles de partidos y que calculan, con algoritmos, los picos de apuestas que parecen extraños.

Con ello se puede preparar una investigación que lleva a la seguridad (en un caso fue del 99%) o casi, de que hay culpabilidad. Los 'afortunados' podrán recurrir su sanción pero parece complejo que puedan volver al mundo del fútbol. Esto se parece cada vez más a una película donde corruptores se acercan a los jugadores, les hacen ver un dinero fácil con el que, más que completar, ganarse un buen sueldo y, casi, sin ningún peligro.

Lo que no advierten, sin embargo, esos mafiosos del fútbol, es que los organismos que rigen ese deporte (y otros), tienen ya herramientas para controlar las apuestas, porque de eso se trata, de apostar sabiendo un resultado o una determinada acción en un partido (un penalti, cuántos córneres o si un gol se marca entre un minuto x e y). Uno, que ha visto cómo funcionan las empresas que controlan el dinero que se juega y en qué lugares, se quedó asombrado por los algoritmos que se utilizan y con lo que, finalmente, cazan a los 'malos'.

Se trata de partidos internacionales, con selecciones, si bien de un nivel bajo, y por ello se preocupa tanto FIFA ya que, no lo olvidemos, entre sus próximos proyectos (se habla incluso de que se quiere cambiar ya en Qatar) está el de ampliar el número de equipos nacionales que compitan en la fase final de un Mundial a 48, es decir casi el 25% de los miembros de la propia FIFA. En ese porcentaje, aparte de las selecciones clásicas y alguna que otra sorpresa, se van a clasificar seguramente otras más 'pequeñas' y de ahí el temor y el trabajo que se está haciendo, desde hace unos años, para conseguir, si no erradicar, al menos reducir esta plaga.

El dinero que se ofrece es mucho comparado con lo que ganan los futbolistas y también se ven casos en las federaciones más importantes, en los niveles competitivos más bajos pero que manchan no solo el deporte sino que dejan a los jóvenes con un sabor amargo sobre lo que aman.

Ahora bien, no solo existe en el fútbol y si bien esta noticia es reciente, hay otras en actividades tan dispares como el baloncesto universitario estadounidense o el cricket...Es decir que en todas partes cuecen habas, pero en algunos lugares están más cocidas, como en el fútbol, por el ingente número de partidos que se juegan y que, sin los controles que se hacen, serían imposible de sancionar las actividades ilegales que se cometen.

En una semana con el puente de primero de Mayo, conviene relajarse y en esta ocasión no recomendaré un libro sino una película, que va también de timos y estafas, como es 'Un pequeño favor', que espero que guste a todos, aunque también deseo que no copien a sus protagonistas...

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