Ya está en marcha el periodo de renovación de abonos. Aprovechando la jugada, algunos pases han incrementado el precio ostensiblemente, aunque bajo el cuco operativo de distracción de descuentos por objetivos parece que es lo mismo, pero no. Lo de la fidelidad a la asistencia no sé hasta qué punto es más demostrativo de amor al asunto que el hecho de renovarlo a sol y sombra, más allá de que la vida te impida asistir en ocasiones, porque cada uno tiene su trabajo y algunos tenemos más movilidad que otros. Pero a medida que la cesión del asiento se vaya instaurando en nuestras mentes, este asunto será más gestionable. También estaría bien que se midieran otros parámetros, como la antigüedad: no haberse dado de baja en las más duras situaciones, haber seguido renovando contra viento y marea. Como un náufrago.

30

El asunto es más bien que este año pudimos contemplar nada menos que treinta partidos. Pero la temporada que viene serán menos. Es casi imposible llegar a esas cuotas, sobre todo porque los primeros compases de Copa serán a partido único en casa del rival menor, y porque la Supercopa nos la han expropiado, se juega en otro mundo. Para llegar a acercarnos a los límites del año pasado habría que llegar a la final de todo, prácticamente. Ya sabemos que eso es complicadito. El caso es que se aprovecha la corriente de opinión favorable o, mejor dicho, entusiasmada, y se prevén nulas altas nuevas este año. Aquí va a renovar hasta el tato. Con centenario cumplido, título en el bolsillo y en la bella Europa, cualquiera se baja del carro ahora. El tirón final lo darán los fichajes.

Porteros

Esta será una temporada de ilusión, porque la cuarta plaza es el gusanito que le faltaba al anzuelo, ya de por sí sabroso, del murciélago. Un ejemplo es Denis Suárez. No paramos de oír alabanzas hacia Marcelino, el técnico que le entendió, que supo sacar lo mejor de él, y el sentimiento de admiración es recíproco. Pero nada de esto estaría pasando si hubiéramos quedado octavos. Aquí quiere jugar Champions hasta el último mono. En cualquier caso, es bienvenido. Le hemos visto lucir en Villarreal y Barça (menos). Neto, por su parte, está más fuera que dentro en estos momentos. Pero eso es harina de otro costal. A mí me parece un gran portero. Pero como tantos otros. También lo eran Moyà, César Sánchez o Diego Alves, sin ir más lejos. Y, sobre todo, lo es desde el primer día Jaume, que se estrenó en pleno Valencia de marrón, y ahí sigue, sumando y callando.Asuntos

Si al final se marcha, gracias por los servicios prestados, y bienvenido el próximo, aunque mucho tendrá que pelear para quitar a Jaume del palo alto en el que se sentó en la final, como el mítico Quique Martín Navarro. De los dimes y diretes sin demasiada base, todo el mundo firmaría a Ter Stegen, y muchos menos a De Gea. Mientras Longoria ficha jóvenes promesas (Facundo González), Maxi Gómez se hace el interesante vía West Ham, Soriano relata los pormenores del plan de secuestro, la chavalada se apelotona para entrar en la nueva Grada Joven, Garay está Garayacaramelado con su Tamara y Guedes marca de la final de la Liga deNaciones, con la Eurocopa en el bolsillo, el verano se acerca a velocidad proporcional a la pretemporada.

Kang In Lee

Nos queda el Mundial femenino, y ver a Carlos Soler y Manu Vallejo en la Eurocopa sub'21 de Italia y San Marino. Un verano en Italia es inolvidable, pero si encima vas a jugar al fútbol, mejor que mejor. Ayer comenzó la andadura, y parece mentira que, con el tiempo que llevamos viendo a Soler jugando de lujo en una posición en la que, por mucho que se enroque Marcelino, no es la mejor, sea tan joven como para estar aun disfrutando de un campeonato de chavales. También hemos podido disfrutar de Kang in Lee. Muchos han sido los jugadores históricos que se encumbraron en esta competición, y nuestro surcoreano no merece menos atención. Ha sido Balón de Oro del torneo, como lo fueron Prosinecki, Saviola, Agüero, Pogba, un tal Maradona y otro tal Messi

Precedente

Aceptemos que el chaval de la cantera lleva ya el sello de calidad más prestigioso a su edad. Tenemos un diamante en bruto, y ahora que ha pasado este campeonato, es imprescindible que el cuerpo técnico lo valore en su justa medida, a pesar de sus carencias y su inexperiencia. Las razones por las que se le ha dosificado un poco más de lo mínimamente exigible se nos escapan a la afición. Tenemos un precedente: Nico Olivera, que no es el que más nos ha lucido, precisamente. Jugó con Valdano, pero Ranieri no le dio bola. Eso sí, nos caía bien. Intentemos no repetir errores, y cuidar al jugador física y mentalmente, para que esté centradito y se convierta en leyenda. Sólo esta posibilidad ya es más apetitosa que todas las pretemporadas juntas de la etapa mediocre que acabamos de dejar atrás. Podemos regresar a la élite. ¡Como para pensarse la renovación!

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