La lesión de Kondogbia es clave para el futuro del equipo y fue clave para el partido porque terminó obligando a Parejo a recomponerse y ser más jefe, algo que hasta el momento no había pasado. De hecho, Kondogbia y Parejo no terminaban de entenderse. No coordinaron bien el retroceso cuando el Granada atacaba por los pasillos laterales. Ninguno llegaba a la línea de centrales a defender en el área y eso facilitaba la segunda línea del rival. Además Gonalons jugó muy limpio en la salida de balón porque ni Maxi ni MaxiRodrigo. Parejo es el ordenador del equipo, el futbolista más determinante y cuando asumió el mando el Valencia CF comenzó a jugar en campo rival, hasta ese momento estaba en zona de nadie y muy marcado por el Granada.

En la primera parte el equipo no tuvo profundidad porque los laterales no desdoblaron por fuera, el Valencia CF no encontró un patrón de juego y el campo se le hizo muy largo a Parejo y Kondogbia. Wass hizo un buen encuentro pero es muy dinámico y para jugar de pivote deja demasiados espacios. En la segunda el equipo tuvo otro ímpetu, aunque seguía siendo muy largo y eso comprometía a Wass y Parejo porque había demasiados espacios que imposibilitaban una transición tranquila en defensa. Eso sí, los laterales comenzaron a desdoblar.

Además de que el equipo fue más intenso en la segunda parte, la clave fue que Parejo se echó el equipo al hombro y distribuyó el juego con mucho criterio. A su lado, Wass hizo un trabajo descomunal. Personalmente ha sido una grata sorpresa. A tener en cuenta también que los laterales han desdoblado por fuera y han hecho buenas parejas con Ferran y con Vallejo. Es una pena la lesión de Rodrigo, pero me gusta Gameiro, es muy picante, versátil, productivo y vertical y creo que hará buen encaje con Maxi porque sus constantes desmarques generan espacios para el uruguayo. El Valencia CF tuvo altibajos pero el triunfo es merecido. De todo, lo más preocupante son las lesiones. Una semana redonda que viene bien para la autoestima y moral de los jugadores.