Carga sobre Parejo y falta de conexión en las bandas. El Betis insistió y trabajó sobre los puntos débiles de un Valencia, que necesita elevar su nivel para competir ante adversarios de perfil superior. Las parejas lateral-volante externo son fundamentales dentro del sistema 4-4-2 y en el Villamarín no funcionaron. El volumen (alto) de pérdidas acumulado tuvo que ver con la presión inteligente planteada por Rubi. El bloque de Celades no sumó minutos de continuidad por las dudas en la salida.

El resultado se ajusta a lo que se vio. El Valencia tuvo ocasiones, aisladas. Mientras, el Betis hizo un partido completo. Hubo patrones de juego muy interesantes, desde el principio. Sin Bartra o Feddal, Rubi hizo debutar a Edgar, chico de la cantera. Ante un sistema de tres centrales y dos carrileros, conviene pegar uno de los dos delanteros con el líbero, pero fue Edgar quien cogió a Rodrigo. El stopper fue Sergio Canales, no tuvo problemas para fijar su zona de marca.

Hoy en día es sencillo jugar contra el Valencia. Parejo es la brújula. Todos los entrenadores lo saben, le tapan y no hay plan B. Es urgente buscar una alternativa para el desarrollo del juego, para tener criterio. El equipo necesita un jugador que cuando no esté Parejo pueda asumir ese liderazgo en la organización, que pueda tener un papel secundario a su lado o pueda entrar desde el banquillo. El Betis aprovechó la carencia de manera brillante, sobre todo, con Guardado, elemento táctico fundamental.

La bandas no funcionaron. Gayà se vio obligado a conducir demasiado o pisar y volver hacia atrás. Cometió errores en zonas complicadas porque Manu no le ofreció ventajas. Mangala, que lleva mucho tiempo sin competir, tiene problemas de perfil y visión periférica, nunca estuvo bien posicionado para girar el balón desde atrás. En el pasillo derecho Ferran y Jaume no estuvieron sólidos. El lateral izquierdo nunca dobló al extremo. También estuvo muy sólo para frenar a Álex Moreno más Joaquín. Por ahí vinieron los goles. Ferran se está haciendo hombre y jugador de élite a pasos agigantados, fue apilando rivales y Maxi apareció en el lugar exacto. Es un jugador enorme. Confío plenamente en la plantilla; con la recuperación de varios efectivos lesionados se volverá a competir con más regularidad.