Ferrari cumplía en Mugello su Gran Premio número 1000. No se entiende la historia de la Fórmula 1 y de la competición automovilística, en general, sin la presencia de la marca que fundó Enzo Ferrari. Tanto es así que Ferrari es el único equipo que puede sacar de la manga esa solera para obtener una posición ventajosa en cualquier negociación sobre reglamentación o beneficios económicos extra sobre los derechos televisivos.

Para celebrar la efeméride en Maranello sustituyeron el actual color Rosso Scuderia por el rojo amaranto que caracterizaba el 125 S, el primer coche de competición en llevar el nombre Ferrari. Todo en un año en el que los monoplazas de Maranello se "arrastran" por los circuitos. Pensando una maldad podrían haber sacado a pista directamente el 125 S de 1950: no habría habido mucha diferencia.

Este domingo, desgraciadamente, volvimos al pasado no solo por el rojo amaranto: un accidente en plena recta de salida nos puso los pelos de punta y nos devolvió a escenas de los años 70. Las actuales medidas de seguridad obligan a construir monoplazas robustos y eso hizo que los pilotos envueltos en el destrozo -entre ellos Carlos Sainz- salieran con poco más que un tremendo susto.

Lo que resulta difícil de entender es que fue precisamente un fallo por parte de aquellos que deben garantizar la seguridad lo que causó el accidente. El coche de seguridad, que neutralizaba a los participantes tras un incidente, apagó tarde sus luces, en la última curva. Al entonces líder, Bottas, no le quedó otra que desfilar despacio hasta la línea de meta para no ser fagocitado por Hamilton. En el resto del paquete, no acostumbrado a esa baja velocidad del líder en una resalida, se hizo un acordeón y de ahí el accidente. Un error puntual de dirección de carrera que pudo haber sido catastrófico.

No es la primera vez que los pilotos se quejan de la lentitud del safety. El Mercedes AMG GT RT es una bestia que ronda los 600 caballos, pero sigue siendo una tortuga comparado con un monoplaza de F1. El coche, que pilota Bernd Mayländer también homenajeaba en Mugello a Ferarri y lo repintaron de rojo. Tal y como van los monoplazas de Ferrari de esta temporada, podrían ponerles una sirena y una radio para hacer de coche de seguridad en los grandes premios que quedan, sustituyendo al Mercedes AMG de Mayländer.