El fútbol es táctica y contratactica. Digo esto porque en el partido de este jueves se demostró que las mejores ocasiones del Valencia CF. Es decir, el de Javi Gracia es un equipo al que le gusta correr y se siente bastante más cómodo atacando los espacios. Un equipo de llegar, no de estar en las inmediaciones del gol.

Considero justo el empate a uno final. Fue el Valencia el dominador del primer tiempo, donde Osasuna convirtió el 0-1 tras un claro error de atención para evitar la rápida transición ofensiva de los navarros. Más tarde, en la segunda mitad, los visitantes salieron, sorprendentemente, a atacar con mayor decisión.

A la postre, el punto no sirve de mucho, pero al equipo no le queda otra alternativa que seguir trabajando para corregir sus puntos débiles. Al Valencia le faltó mover el balón con más velocidad con el objetivo de encontrar huecos cuando tiene que enfrentarse a rivales que echan el cerrojo, como pasó con Osasuna y un bloque bajo ordenado mediante el sistema de juego 4-1-4-1. De hecho, una solución podía haber sido Kang In, quien debe ir ganando más minutos de juego a alto nivel.

En el ecuador del primer acto se comprobaron las dificultades que iba a tener el conjunto de Gracia con tanta población de futbolistas en campo rival. No fue un día sencillo para Kang In porque Osasuna tenía muy fijado dentro su 4-1-4-1 la posición centrada del pivote. El surcoreano debió tener más movilidad para dañar esa estructura del rival y ofrecer de cara, y no de espaldas, salidas al juego del equipo. La falta de tensión que permitió a Osasuna sacar rápido una falta deparó el gol que forzó a los de Gracia a ir remolque desde el minuto 40 del primer tiempo. Error que, por fortuna, se igualó con un gol en propia puerta en la segunda parte.