EL ANÁLISIS DEL 'URU'

En la elite los errores no se perdonan

Un superlativo Guedes y el penal atajado por Jaume no fueron suficientes para compensar tantos descuidos en defensa

Gonzalo de los Santos

El Valencia CF firmó un partido para el olvido. Desde el inicio, casi desde el primer minuto del partido, se notaron los nervios y se intuían los errores no forzados que terminaron condenando al equipo de Javi Gracia. Cuando fallan la concentración, el diálogo y el cuidado de los detalles defensivos en Primera uno se condena a sí mismo a la derrota y a descender posiciones en la tabla de clasificación. Al ostracismo, porque las ligas competitivas no perdonan a nadie. En el Valencia solo se salvaron Guedes, que está ofreciendo un alto nivel en los últimos tiempos, y Jaume, quien evitó a los valencianistas el venirse para casa con una goleada mayor a cuestas.

El Valencia entró al campo con un plan que no permite despistes, una defensa en bloque bajo para atacar los espacios. Sin embargo, no fue sencillo. Más allá del talento y la velocidad de Guedes, los navarros supieron controlar las demás alternativas blanquinegras. Osasuna se paró bien a la hora de defender transformando su sistema en un 4-5-1, presionando con mucha gente en campo rival, descolgando a Calleri en la presión hacia los centrales del Valencia y reduciendo cualquier resquicio entre líneas en el medio campo.

Un rechace de Musah en el corredor central -peligro extremo- derivó en el 1-0 gracias al mérito en los metros finales de Calleri y Javi Martínez. Después, una conducción de Guedes sirvió para su pase magistral a Gameiro y el tanto del empate, aunque todo se vino al traste en unos segundos. Los errores no forzados contagiaron hasta al capitán Gayà suyo fue regalo que Calleri no desaprovechó. Ni un superlativo Guedes, al que le faltó acompañamiento para un mejor resultados, ni Jaume atajando un penal, contrarrestaron tanto error.