A todos los que el sábado 8 de mayo saldrán a la calle con la camiseta de VCF, y muy especialmente a los amigos de @itmustbelove86, que han convertido este año de plomo en trampolín de esperanza.

En condiciones normales la cita sería el domingo. Y como en tantas otras ocasiones el pase del primer gol lo daría Mestalla. Lo sabes tú y lo sabemos todos. Así ha sido siempre y así volverá a ser muy pronto. En condiciones normales nada de lo sucedido este año habría pasado. Lo sabes tú y lo sabemos todos. A los del palco se les hubiera hecho de noche en septiembre, quizá en octubre. La miseria moral exhibida habría tenido un recorrido distinto, así como la irresponsabilidad de sus actos y la desfachatez de sus declaraciones públicas. En condiciones normales, la falta absoluta de respeto por la historia sagrada del VCF hubiera encontrado la respuesta adecuada de la gran mayoría. Lo sabes tú y lo sabemos todos. Por eso ya no valen medias tintas ni titubeos. Es el Valencia CF . Es lo que hay, lo que ellos han provocado con su torpeza. No mover ficha ya no es una opción.

Es mentira que la manifestación del sábado pueda afectar negativamente al equipo en su partido contra el Valladolid. El domingo pasará lo que tenga que pasar, porque el fútbol es caprichoso, pero puestos a practicar la cábala, es mucho más previsible que un éxito de participación el sábado alimente el afán por la victoria el domingo. Por suerte, en ese vestuario hay mucha más inteligencia que en el palco. Una inteligencia emocional, de respeto al fútbol, de respeto al club, de amor por los colores, de conciencia de saber lo que está en juego. En ese vestuario hay profesionales, chavales que han luchado por cumplir sus sueños, gente a la que ningún sátrapa les ha regalado el sillón de la presidencia. En ese vestuario se sabe lo que significa la camiseta del Valencia y como siente y padece el valencianista de a pie. En ese vestuario hay un equipo que el domingo morirá por la victoria porque sabe del esfuerzo que muchos valencianistas haremos el sábado para rescatar de las tinieblas un pedazo de nuestras vidas.

El partido del domingo se empezará a ganar el sábado si el valencianismo exhibe su músculo y demuestra en la calle que nada de lo que nos llevó a Mestalla el 24 de marzo de 2019 fue casual. Seguro que lo recuerdas. Nos convocaron las leyendas de nuestro club y ahí estuvimos. Más de 40.000. En cada uno de esos más de 40000 latía una historia de fervor y memoria, de respeto por la historia de nuestros padres y nuestros abuelos, de respeto por nosotros mismos y los que vendrán. El sábado es el día para confirmar ese inmenso caudal de amor, el primer paso para ganar el futuro. Es un acto de afirmación, sin cinismos, sin algaradas, sin insultos, sin las clásicas cuitas que durante años nos han desviado del único camino posible. No es Montes o Cubells, no es Roig o Tuzón, no es senyera o naranja. Es el espíritu de Mestalla glosándose a sí mismo, con su pluralidad, su grandeza, su necesidad de hacerse fuerte en el grito de ¡Amunt!. Ni nos mueve el interés, ni nos mueve el rencor, ni nos mueve la codicia, ni por supuesto nos mueve el racismo. Sólo nos mueve el amor. El amor al Valencia CF.