Alejandro Blesa, que ha cumplido 16 años recientemente, es el objeto de interés de la Juventus, que adivina en este mediocentro zurdo, que puede actuar tanto de pivote defensivo como ofensivo, un tremendo potencial.

La valoración de los técnicos transalpinos coincide con la de los responsables de la cantera azulgrana y los de las inferiores de España. Álex, de hecho, ha completado a principios de esta semana su segunda concentración con la sub-16. Es uno de los pocos internacionales que hay ahora mismo en la escuela, en la que se le cataloga como 'niño prodigio': en edad todavía cadete, esta temporada ha sido campeón de Liga Nacional con el juvenil B de Alessio Lisci, ha debutado en División de Honor con el 'A' e incluso ha llegado a entrenar con el filial.

La Juventus no es la única que apuesta fuerte por el centrocampista en el mercado. En la mayoría de canteras de elite nacionales hay informes muy favorables de él, así como en las de otros grandes europeos. Son varios, empezando por el Real Madrid, los que han querido sondear su incorporación inmediata para completar la etapa de formación. El equipo italiano tiene hasta un plan de desarrollo trazado para el internacional sub-16.

Esa consideración especial que de él tienen es la que explica que a Blesa y al Levante les unan todavía tres años más de contrato. Más allá de la etapa juvenil (que ahora federativamente inicia), la vinculación es extensible incluso hasta llegar al primer equipo. Lo que no quita para que el conjunto italiano, u otro pretendiente, pueda llevárselo pagando una pequeña compensación.

El Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de FIFA permite firmar a futbolistas menores de 18 años en tres casos, dos de los cuales podrían darse: si los padres jugador cambian su domicilio al país del nuevo club por razones no relacionadas con el futbol; y si la transferencia se efectúa dentro de UE, el jugador tiene entre 16 y 18 años y se le proporcionan las condiciones académicas, de tutela y de vivienda adecuadas.

No ha llegado una oferta en firme, pues para que eso se produzca debe ser el chaval el primero que acepte. Álex, formado desde bien pequeño en Buñol, y cuyo periplo en la selección valenciana se inició a los 12 años, tendrá que optar por dar el salto a uno de los clubes más importantes del mundo o seguir quemando etapas en casa: en la 18/19, su hábitat natural serían el juvenil A y los entrenos con el Atlético Levante. Una disyuntiva de la que son partícipes los máximos responsables de la escuela, Quico y Tito, presidente y director deportivo.