Anil Murthy y Mateu Alemany volaron este domingo hasta Singapur para definir junto a Peter Lim las cuestiones más candentes del proyecto del Valencia CF a corto y medio plazo. La falta de resultados sitúa en primer plano el futuro del entrenador pero también presenta como una prioridad absoluta el fichaje de un delantero capaz de revitalizar el ataque. Batshuayi ya es pasado. La salida del belga, cuyo rendimiento y adaptación han sido decepcionantes, ya está asumida y su fichaje por el Mónaco parece haber entrado en horas decisivas. El hombre que estaba llamado a dar un salto de calidad al equipo para competir en Champions, sin aprovechar las oportunidades y como cuarto elemento en la rotación a pesar de que el listón estaba raso por la profunda falta de confianza que afecta al Valencia CF. Nadie preveía que saliera tan mal. El '23' no ha encajado, error asumido y es momento de avanzar para recomponer la delantera. Marcelino argumentaba en la sala de prensa de Mestalla tras el empate contra el Valladolid que si no tenía todavía aquí al recambio de Michy "no es un problema de que no queramos" sino "porque no queremos equivocarnos y las opciones que ofrece el mercado son muy limitadas".

Su reflexión, además de la necesidad, lleva implícita una lección aprendida. Para fichar a Batshuayi el Valencia CF renunció el pasado verano a dos delanteros cuyo impacto en sus equipos está siendo capital. Según ha podido saber SUPER, el pasado verano antes de decantarse por el belga el Valencia CF trabajó como posibilidades reales la vuelta de Paco Alcácer, delantero propiedad del Milan que lleva ya 10 goles durante sus primeros meses a préstamo en el Sevilla FC. Los dos atacantes, cada uno en su contexto, van como un tiro. El posible regreso del '9' de Torrent dos años después de su fichaje por el Barça fue mucho más que un simple rumor. Mateu Alemany, convencido de que el futbolista estaba por la labor y que tensando la cuerda hasta el final del mercado el Barça podía acceder a cederlo en Mestalla buscando su revalorización en el mercado, puso la posibilidad sobre la mesa de Marcelino y la elevó incluso a Peter Lim. Para Mateu no había dudas sobre la vuelta de Paco Alcácer, solo le adivinaba resultados positivos. La postura del jugador, por encima de la controversia que generó su salida, era clara y la ha venido deslizando a lo largo de los últimos meses.

Sin compra obligatoria

"Yo al Valencia CF nunca le hubiera dicho 'no' sobre volver porque al final yo soy un valencianista más, aunque la gente no lo piense. A mí lo que piense la gente que no entra en el rodeo de mi vida, como que me da igual, como si me quieren insultar, lo primordial es lo que piense la familia y los amigos. Yo salí del Valencia CF a un club como es el Barcelona y es una decisión que tiene que ser respetada, podrán decir que no soy valencianista o lo que sea pero me da igual, yo soy valencianista y nadie me lo va a cambiar", expresaba el pasado octubre en 'El Transistor' de Onda Cero. Su vuelta finalmente no triunfó, el Valencia CF decidió pasar al ataque con otras opciones consciente de que el de Paco era un fichaje que se iba a cocer a fuego lento y fue a falta de pocos días para el cierre de mercado el Borussia Dortmund se hizo con su cesión -dos millones de euros- en una operación que no implicaba una compra obligatoria. Su precio, 23 millones más cinco en variables, se quedaba corto antes de final de noviembre y el Borussia ejecutaba su opción dado su buen rendimiento. Ha firmado 13 goles en 16 partidos más otros tres con la Roja.

El caso de André Silva fue similar al del futbolista de Torrent. Todo surgió durante los contactos con Jorge Mendes para la venta de Cancelo a la Juve y la negociación por Guedes con el PSG. El Valencia CF preguntó por el atacante portugués de 23 años, que iba a salir cedido por el Milan. Su capacidad como goleador estaba acreditada pero tras su irrupción en el Oporto vivió una temporada sin tanto protagonismo en San Siro -pese a ello anotó 10 goles- y eso, junto al 'factor Mendes' y el efecto que podía generar en la opinión pública, frenó al club, decidido a fichar a Batshuayi tras seis meses de altísimo nivel en el Borussia Dortmund. El club, eso sí, quiso conocer toda la información -hasta el más mínimo detalle- sobre la situación de André Silva. El Valencia CF estaba enterado de lo que costaba su ficha, el precio de la cesión, los planes del jugador y el coste de una posible opción de compra. El portugués era, incluso, más barato que Batshuayi, pero su opción tampoco triunfó. El día 10 de agosto el Valencia CF cerraba la llegada del belga y unas horas después el portugués, consagrado a día de hoy como una de las sensaciones de LaLiga, firmaba por el Sevilla FC. Una coincidencia de lo más curiosa. Son los delanteros que no fichó el Valencia CF, de vuelta a la casilla de salida solo seis meses después de Batshuayi para dar "frescura", como dijo Marcelino, a un Valencia CF bloqueado.

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Así está el mercado de fichajes de invierno del Valencia CF