En Orriols se han puesto las pilas, alertados de las necesidades perentorias del equipo y conscientes de que empieza la cuenta atrás del mercado invernal. Quedan 10 días para que este eche el cierre, y solo cuatro para la exigente visita al Pizjuán. Y en Sevilla, huelga decirlo, Paco López no tendrá más opción que improvisar de nuevo si no llega antes el central deseado: con Chema y Postigo lesionados, Coke ya actuó de inicio en la línea de tres frente al Valladolid junto a Róber Pier y Cabaco.

Tito y Helguera han estrechado el cerco con la intención de fichar a un zaguero esta misma semana. Cada día que pase será una sesión de trabajo que se pierda el citado refuerzo. Los miembros de la dirección deportiva ha disparado en varias direcciones, pues quieren contar con un mínimo margen de maniobra en el caso de que su primera opción se fuera al traste por algún motivo. Manejan al menos una alternativa de LaLiga Santander y otra del extranjero: el lacial Bastos y el celtiña Facundo Roncaglia

Aunque ambos han gozado de minutos a lo largo de la temporada, como reclamaron los técnicos para evitarse una puesta a punto física, no son titulares y cuentan con el salvoconducto de sus respectivos clubes. El Celta se plantea rescindir el contrato del italianoargentino, que acaba en 2020, y ya ha recibido una propuesta granota a unos días vista de cumplir 32 años. El Levante también ha trasladado una oferta por la cesión del defensa angoleño, de 27 años y con dos más de vinculación a la entidad italiana.

Paradójicamente, Roncaglia y Bastos jugaron el pasado fin de semana. El primero disputó completo el duelo en Balaídos contra el Valencia, en detrimento del exlevantinista Cabral. Simone Inzaghi recurrió al angoleño a los 28 minutos frente al Napoli, como consecuencia de la lesión de Luis Filipe. La incorporación a préstamo de Wesley Hoedt, del Southampton inglés, obliga a los gallegos a dar salida al menos a uno de sus centrales. Roncaglia y/o Cabral son los elegidos para hacer hueco, del mismo modo que sucede con Bartolomeu Jacinto Quissanga 'Bastos' en la Lazio. La escuadra romana suspira por la llegada de refuerzos al eje de la zaga y necesita aligerar equipaje.

Roncaglia cuenta a su favor la experiencia en el fútbol español, en el que aterrizó en 2016 procedente de la Fiorentina (que lo había cedido al Genoa). El italoargentino, quien perdió la titularidad a la llegada de Miguel Cardoso al banquillo, versatilidad, contundencia y velocidad para manejarse en espacios abiertos. El angoleño, cuya participación se ha circunscrito este curso principalmente a la Europa League, destaca más por su presencia y su poderío en el juego aéreo. Ambos futbolistas están bajo control de la dirección deportiva desde la pasada temporada.

Bastos, acostumbrado a jugar en línea de tres, fichó por la Lazio hace dos años y medio a cambio de 6,5 millones. Había despuntado previamente con el Rostov ruso, en cuya clasificación para la Champions 16/17 había sido determinante. El pasado verano se especuló con su posible venta al Wolves de Nuno, aunque el interés no acabó cuajando en un traspaso que se había cifrado en cerca de 15 millones.