Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, dejó entrever a mediados de semana que el francés Antoine Griezmann podría jugar a partir de la próxima temporada en el Barcelona, una decisión que dijo conocer desde marzo. «Yo lo tengo claro desde hace tiempo, desde marzo; al Barcelona», dijo en declaraciones al canal 'Toros' de Movistar Plus al ser preguntado por el próximo equipo del jugador galo, que ya anunció el 14 de mayo que dejaba el club colchonero pero que aún no ha confirmado qué camiseta vestirá la siguiente temporada.

La afirmación no dejó de ser una confirmación oficiosa de un secreto a voces, pero el club colchonero, atendiendo a las palabras de su dirigente, está dispuesto a ir más lejos para amargarles la fiesta tanto al futbolista galo como al conjunto azulgrana. En Barcelona todo apunta a que están esperando al día 1 de julio para ejecutar el pago de los 120 millones de euros de la cláusula de rescisión al conjunto colchonero, que está decidido a demandar a la entidad azulgrana por haber negociado con un jugador con contrato en vigor —y que no estaba en sus últimos seis meses de vínculo con el club— algo que está totalmente prohibido por la FIFA.

Gil Marín ya le envió un mensaje al FC Barcelona el pasado verano: «Nosotros hemos tenido la batalla con el Barcelona. Yo creo que no queda ningún lugar a duda, no solo en el reportaje, sino en la cantidad de pruebas que nosotros tenemos de que el Barcelona se ha inmiscuido en unas conversaciones entre el Atlético y un jugador con contrato en vigor. Eso es ilegal. Ya analizaremos la posibilidad de volver a presentar una denuncia, en este caso a la Federación, que es la competente». Ahora, un año después, el club recaba documentación para, en teoría, denunciar en cuanto el club culé anuncie el fichaje.

El reglamento de FIFA se refiere a «sanciones pertinentes», pero no especifica precedentes que hayan sentado jurisprudencia. El único caso parecido es el de Gael Kakuta cuando fichó por el Chelsea desde el Lens, pero el castigo lo terminó anulando el TAS. Además, el reglamento aplica solo a traspasos internacionales, mientras que para fichajes dentro de una misma liga, como es el caso de Antoine Griezmann, la FIFA cede las competencias a los reglamentos de cada federación. La jurisprudencia española hasta el momento ha considerado que al tener cláusulas de rescisión todos los contratos en España, están en esencia en el periodo de 6 meses previo a su final y nunca se ha castigado a quien negocia primero con el jugador.