El Valencia CF trabaja en distintos frentes del mercado al mismo tiempo. El fichaje de Maxi Gómez, delantero elegido para reforzar el ataque este verano, va a exigirle a los ejecutivos del club de Mestalla dinero, creatividad y desgaste. No es una operación rápida ni sencilla y la estrategia es clave. El jugador ya ha comunicado al Celta que no va a renovar su contrato -lo hizo antes de ir a la Copa América- y ha dado su palabra al Valencia CF. Quiere venir. Hay acuerdo y eso, al menos por el momento, sirve no solo para seguir intentando encontrar una fórmula que ablande las pretensiones del Celta sino también para bloquear el interés de otros equipos interesados como en este caso el West Ham, que le ofrece un salario al jugador de 85.000 libras semanales y pone 35 millones por su traspaso. Alto nivel. Es mucho dinero y si fuera por Carlos Mouriño. El jugador, sin embargo, ha demostrado tener las cosas claras. Cuando lo querían vender a China por una cantidad próxima a los 50 millones dijo «no» y ahora quiere jugar en el Valencia CF. En la negociación, sin embargo, todavía hay diferencias entre clubes. Son cantidades salvables, y más con dos meses de margen por delante hasta el final de mercado.

Los dos clubes están condenados a entenderse porque Maxi Gómez ha decidido jugar en el Valencia y porque Santi Mina sigue con la firme voluntad de regresar a Vigo para convertirse en uno de los abanderados del Celta junto a Iago Aspas. La operación se cocina a fuego lento y en el Valencia existe el convencimiento de que podría llegar a buen puerto. Según ha podido saber Superdeporte el Celta pide 15 millones más el traspaso de Santi Mina, la cesión de un futbolista de perfil joven y el traspaso con opción de recompra de Jorge Sáenz. El nuevo central del Valencia, firmado en el mercado de invierno procedente del Tenerife, puede ser una de las claves en la operación Maxi. El tinerfeño puede acercar al delantero uruguayo al Valencia. En esa dirección se está trabajando ahora mismo. La entidad de Mestalla llegó a un acuerdo para con el Tenerife para adquirir el 50% de los derechos económicos del central tinerfeño hasta el próximo 30 de junio de 2024. El club tiene muchas esperanzas depositadas en el jugador, pero la realidad ahora mismo es que tiene 22 años y no entra en los planes de Marcelino García Toral para esta temporada. La idea del entrenador es confeccionar una plantilla corta de experiencia y calidad contrastada para acercarse al tercer clasificado en la Liga y competir al más alto nivel en la Champions y Jorge Sáenz ahora mismo no tiene cabida. El Valencia no quiere acelerar su proceso de crecimiento y, tal y como publicó Superdeporte, desde hace semanas trabaja para encontrarle al tinerfeño el mejor de los comodos en un equipo que suponga un paso intermedio. El club, de hecho, ya había iniciado contactos con otros clubes. Uno de ellos era y es el Celta de Vigo. El club vigués ya había hecho un seguimiento al central -internacional con la selección sub-21- antes de que el Valencia lo fichara. Los informes que se manejan de Jorge Sáenz en el Celta son muy positivos y de ahí la voluntad de Carlos Mouriño de incluirlo en la operación Maxi. Los dos clubes y el jugador -con minutos para crecer en primer- salen beneficiados deportivamente. Jorge se encuentra de vacaciones a la espera de noticias. Si no hay novedad en los próximos días el jugador se incorporará a la pretemporada el próximo 8 de julio en la ciudad deportiva de Paterna.

Tres por uno

La intención del Celta, además de Mina y Jorge Sáenz, es incluir a un tercer jugador del Valencia en la operación. Esta vez en calidad de cedido. Algunos de los nombres que valora el club vigués son Kang In Lee, Uros Racic o Kang In LeeUros RacicFran Villalba. El técnico celeste Fran Escribá tiene excelentes informes de muchos de ellos sobre la mesa y el Celta está dispuesto a jugar sus bazas en una operación que beneficiaría a todos.