Manolo dejó de ser Manolo cuando antepuso su palabra a los 200.000 euros para rescindir a Lucas Alcaraz. Un error, dicho ahora por él, del que ha aprendido la lección y que pagó con el descenso en una temporada con Lerma y Morales, entre otros, en aquella plantilla. Tres años después vuelve a casa siendo no ya el Manolo de siempre sino uno mejorado.

—Todos y cada uno de los partidos del Levante UD 18/19 los ha analizado en estas mismas páginas, una columna muy seguida tanto por aficionados como por los que son de nuevo sus compañeros y jefes en el Ciutat.

—Desde el otro lado de la barrera, mi filosofía de análisis va a ser igual. Es una ventaja haber visto todos los partidos en directo y en muchos casos haberlos repasado en video para hacer el análisis en el periódico porque eso me da un conocimiento de la plantilla muchísimo más profundo que en otro caso no habría tenido. En estos tres años que he estado fuera se han producido cambios de relevancia y hay jugadores a los que directamente no he tratado ni tampoco a sus agentes. En estos primeros días he estado informándome y siendo una esponja antes de empezar las reuniones con ellos.

—En su último artículo escribió que con Paco López al frente y unos retoques en la plantilla el listón tiene que estar más alto que una permanencia en la penúltima jornada. En eso va a ser esclavo de sus palabras.

—Siendo coherentes estaremos todos de acuerdo en que ha sido injusto que el Levante haya sufrido para salvar la categoría. Y no hablo del VAR y de los árbitros, sino simplemente de juego y oportunidades. El equipo se merecía más. Con Paco observabas cómo pese a los baches de juego y resultados que se atravesaban, la plantilla seguía con él y eso sin duda es producto del trabajo y mérito suyo. Con esa base y unos refuerzos que mejoren lo que hay, el equipo está capacitado de sobra para mejorar sus resultados.

—Incluso en los peores momentos, cuando se temió por la permanencia, en sus columnas ha sido un defensor a ultranza de la gestión del entrenador. Lo fue incluso después de aquel primer accidente en casa con el 2-6.

—Nadie podía imaginarse un resultado en un partido en el que si mal no recuerdo hubo un penalti fallado con 1-2 y en el que cada contra era gol más allá de errores puntuales como el que aquel día tuvo Prcic. El equipo dio la cara, por posesión y llegadas igualó al Sevilla o incluso lo mejoró y la goleada fue ficticia. Eso no quita, sin embargo, para que el técnico haya ido tomando decisiones respecto al sistema y al despliegue de los jugadores. Los resultados le han acabado dando la razón y como decía antes en general se ha merecido mucho más. Si en la penúltima jornada el equipo llega a perder la situación se habría complicado. Eso habría sido un drama.

—Dejó escrito que en el mercado de enero se dejó pasar la oportunidad de apuntalar la plantilla y que eso terminó pasando después factura...

—La primera vuelta fue buena a nivel de juego y resultados pero a mi entender hubo un exceso de relajación en el mercado de invierno. La defensa se reforzó bien con la cesión de Vezo pero había otras parcelas de la plantilla en las que se confió demasiado para la segunda vuelta. El equipo no solamente es que no se reforzó sino que se debilitó un poco.

—Con su llegada, ¿Paco López y Quico dan un paso atrás en este trabajo?

—El presidente y el entrenador han estado un mes y pico solos y a lo mejor la gente desde fuera piensa que lo estaban montando todo ellos, pero los fichajes que se están ahora anunciando eran una cosa de la anterior dirección deportiva, incluido el de Sergio León. De Melero sí que es verdad que hablé con Quico en la primera reunión que tuvimos y le di mi opinión sin estar aún dentro.

—No se ha prescindido de ningún jugador a excepción de Rubén García, así que a una semana de empezar la pretemporada en plantilla hay más de 30 jugadores cuando el deseo del entrenador era empezar a trabajar con poco más de 20.

—La realidad es que no hemos podido negociar ninguna salida hasta que no hemos tenido la información económica de los contratos de los jugadores. Va a ser un trabajo difícil el de sacarle rendimiento a los que apenas han tenido minutos y a eso se nos une, es verdad, el deseo de Paco de aligerar ya la plantilla.

—Prácticamente por todos los prescindibles se pagó algo de traspaso.

—Es un inconveniente, pero sabíamos donde nos metíamos. Tenemos que hacer todo lo posible para conseguir que cuadren los números y las necesidades deportivas pero en el arranque de la pretemporada va a ser prácticamente imposible que desde el principio estén todos fuera.

—Posiblemente el futbolista del que más cosas ha escrito sea Morales.

—Es el capitán y por rendimiento se merece ser importantísimo en este equipo, igual que Campaña o jugadores que tipo Bardhi van a crecer. Digo ahora lo mismo que escribí hace unos meses: en el Levante UD Morales es nuestro Leo Messi.

Manolo Salvador habla del posible traspaso de Campaña

Manolo Salvador habla del posible traspaso de Campaña

—De momento le ha dicho tanto a su agente como al club que no quiere escuchar ofertas, que de aquí no se va.

—Es un tipo de jugador que no va 'crecido'. Se exige, se cuida mucho. No me preocupa nada hablar bien de él porque no se lo va a creer. A lo mejor otros se crecen, pero él no.

—¿Lo de Campaña lo dice de cara a la galería o de verdad se va a quedar?

—Campaña es fundamental, ojalá continúe con nosotros. Igual que Quico va a ser duro con las salidas de los descartes, lo va a ser también con Campaña. De hecho espero que sea tan duro que al final se quede.

—¿Cuánto costaría su recambio?

—Un jugador que juegue en esa posición y que dé ese rendimiento... Va a ser muy difícil encontrar uno así.

—Lo que sí que tiene que fichar es un mediocentro tipo Lerma, un '6', la posición más débil el pasado curso.

—No hemos tenido ese tipo de jugador que mantenga la posesión y que sea capaz de saber cuándo puede salir desde atrás sin crearle problemas a la estructura defensiva. Vamos a intentar no fallar con él.

—¿Y qué va a pasar con Vukcevic?

—A ver cómo viene físicamente, ya que eso es un handicap fuerte para él. A final de temporada vimos que a nivel físico no podía aguantar los 90 minutos de un partido de LaLiga. Esperemos que hacer una pretemporada en buenas condiciones le sirva. Es un jugador válido y si viene con confianza, muy interesante.

—En el último tramo, pese a ese déficit físico, al menos sí que cumplió.

—Que empiece cumpliendo y luego que asuma el rol por el que se le trajo. Lo primero es que esté bien físicamente, en su peso, que se le vea ágil. Y sacarle todo el rendimiento.

—Antes de su llegada ya estaba claro el objetivo de retener a los tres cedidos: Vezo, Róber y Borja Mayoral.

—Por Vezo está negociando el presidente con el Valencia y primero el entrenador y después el área deportiva estamos totalmente de acuerdo en su incorporación. Por Róber, al no haber subido el Deportivo, casi es como si estuviera libre aunque le quede un año de contrato y desde luego nos gustaría que continuase con nosotros aun sabiendo que hasta enero no lo vamos a tener a nuestra disposición. Lo de Mayoral es más complicado porque el Madrid tiene ofertas, quiere un traspaso, y hay otros clubes que están ofreciendo mucho dinero. Sabemos perfectamente de la importancia de Mayoral y el rol que podría tener aquí, pero no es una decisión del Levante sino del Real Madrid y de Mayoral.

—Por cierto, volviendo a sus artículos, cualquiera que los haya leído sabrá seguro la de lanzas que ha roto esta temporada también por Roger.

—En mi época anterior se iba cedido pero sin desvincularnos nunca de él. Hacía la pretemporada y el entrenador era el que nos comunicaba que no iba a tener minutos. Así que confiábamos con él y sabiendo que se trataba de un diamante en bruto lo renovábamos y lo cedíamos. Roger ha metido 13 goles, es un jugador importante para el club y contamos con él. Pero tiene que competir cuando juegue y cuando no. Por mi parte, no hay duda: que se quede. Pero también una realidad evidente y es que no ha estado cómodo con su situación deportiva. Y es algo que entiendo porque siendo el máximo goleador, cada vez que salía era casi un gol asegurado. Sin embargo, siendo uno de los capitanes, ese rol lo tiene que asumir juegue o no juegue. Es un activo importante para el club y que nos va a ayudar. Pero, si no está cómodo, el club tomará la decisión que tenga que tomar, porque los jugadores sabemos que juegan donde quieren.

—Vendrán centrales, mediocentros, extremos, mínimo un delantero, tal vez un portero si se marchase Oier... ¿Cuántos fichajes nuevos quedan?

—En principio, si no viniese Vezo, cuatro como mínimo. Y luego va a depender de cómo va evolucionando todo. Por ejemplo tienen contrato en vigor Moses Simon y Dwamena. Ambos son patrimonio del club y hay que ver el protagonismo que se les puede dar. Y si no tocará buscar soluciones. Una vez que esté confirmada la estructura de la plantilla, a ver qué rol van a tener, porque necesitamos que tengan minutos.

—¿Cómo de distinto es este Levante que se ha encontrado a su vuelta?

—Antes teníamos que reinventarnos cada año con el mejor jugador. Ahora, en cambio, el Levante no vende. Si viene una oferta o pagan la cláusula es porque no hay más remedio. Hasta Quico seguro que está pensando en que ojalá no venga nadie con 30 millones a por Campaña. Otra cosa es que haya un compromiso y que si eso ocurre no haya más remedio que venderlo. Pero seguro que él, como el resto, tiene los dedos cruzados para que no pase.

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—Habrá alucinado con un Levante capaz de aflojar 9 kilos de traspaso.

—¡Yo empecé con 9 millones de presupuesto, o menos, por la quita!

—Sin embargo, sus críticos no recuerdan los inicios, tan sólo el final.

—El último año fue nefasto, muy difícil. Quiero darle la vuelta y reconducirlo. Por trabajo no va a ser.

—Pese a todo, el año del descenso fue también el del fichaje de Lerma.

—Estaban Pedro López, Jason, Morales, Toño... Jugadores que fueron la columna vertebral del ascenso...

—Y Rubi, por el que el Betis acaba de pagar traspaso, de entrenador...

—Lo digo abiertamente: la pretemporada fue la peor que he pasado en mi vida. Fue muy dura con Lucas Alcaraz. Esa decisión la pagué y me he dado cuenta estos tres años. Te lo tumbaba todo. La relación no fue buena ni a nivel profesional ni personal. No había diálogo, era imposible. No me volverá a pasar jamás.

—Esa historia con Lucas Alcaraz ha pesado en el club incluso a la hora de no renovar a Tito y su estructura.

—Quico lo ha dicho muchas veces: Manolo no fue Manolo. Y se refería a eso. Me preguntaba: ¿'Estás convencido?'. No me veía. Le di más importancia a mi palabra que a lo profesional. Cuando Quico me preguntaba tantas veces y me recordaba que era fácil romperlo (200.000 euros)... Ése fue mi principal error.

—Por cierto, lo normal sería sentarse con Paco y arreglarle el contrato.

—Él va a ser muy partícipe de todo. Y Paco dialoga, es un entrenador de la nueva ola, alguien con mucha capacidad de trabajo y con lo último en medios y métodos de trabajo. Vamos a trabajar bien,estoy seguro.

—¿Qué tal su experiencia en Granada? Al final en Primera con muchos de los jugadores que usted contrató.

—El 75 u 80 por cien de los que estaban han ascendido y es cierto que dejamos informes sobre Vadillo o Federico. Igual que Osasuna, que se quedó a Braulio y con la base del equipo que no se metió en promoción ha ascendido al siguiente. Han subido a Primera los dos clubes que su proyecto era a tres años. Pero no estaba a gusto en aquel entramado con capital chino y muchos clubes.

—Ofertas, aun así, no le han faltado.

—He tenido ofertas pero sin proyectos definidos. Y en el extranjero era un poco extraño, con la dirección deportiva en segundo plano.

—Y aquí, ¿qué plano va a ocupar?

—Antes el filtro era yo con los administradores concursales pero este club ha crecido mucho. Los pequeños detalles están controlados. Es top, mucho mejor que cuando me fui. Y no vendemos humo: vamos a trabajar en equipo. Aunque Navarro tenga un cargo de coordinador, trabajaremos al mismo nivel y de la mano. No se va a traer a ningún jugador por el que no haya consenso.