Moses Simon, el cuarto fichaje más caro de la historia del Levante UD después de Vukcevic, Raphael Dwamena y Vezo, no jugará de granota la próxima temporada. El club, con el consenso del área deportiva y el entrenador, ha tomado la decisión de ponerlo en el mercado y trabaja a estas horas en su salida con el objetivo de aligerar el excedente de fichas en la primera plantilla y de paso rebajar la carga económica del fair-play. Y es que entre su salario y los 3,6 millones de su traspaso al Gent, la amortización de Moses, uno de los tres refuerzos estrella y a la postre fallidos de la pasada temporada, es una de las más elevadas.

El internacional nigeriano, que alternó titularidades con suplencias en el tercer puesto de su selección en la reciente Copa África, tenía que haberse reincorporado a los entrenamientos inicialmente este pasado lunes, pero a la espera de que se resuelva su futuro el club le ha concedido unos días extras de permiso. Pese a que no hay un día marcado para su regreso, si no se concreta ninguna de las gestiones en marcha se le espera por Buñol en lo que queda de semana. La negociación más avanzada es con el Nantes francés.

Moses participó la pasada temporada en 19 partidos de LaLiga, aunque sólo en cinco de ellos fue titular, y en otros cuatro de Copa. Sus mejores minutos los jugó no como extremo, posición para la que se le fichó, sino como carrilero derecho coincidiendo con los descartes técnicos de Jason después de que trascendiera su fichaje por el Valencia CF. Sin embargo, en el tramo decisivo de la temporada volvió al banquillo.

La lista de descartes de la primera plantilla está ahora mismo en siete jugadores: Prcic, Sadiku, Luna, Ivi, Chema, Iván López y el mencionado Moses. Los cuatro primeros, ya sin oportunidades en los amistosos, trabajan al margen del grupo en los ejercicios tácticos y con balón. Además, hay que tener en cuenta que el canterano Fran Manzanara también puede terminar marchándose cedido. Por Luna hay una propuesta del Granada mientras que por Chema se ha rechazado una de un millón de euros del Brest y otra del Nottingham Forest. La operación del central podría acabar zanjándose en las próximas horas. Más complicado está el caso Oier y la posibilidad de un intercambio con el Girona por Bono, opción que ha puesto su agente sobre la mesa tras no concretarse nada con el Espanyol.

La operación salida centra en estos momentos los esfuerzos de mercado de un Levante UD que todavía no ha dicho su última palabra en el capítulo de refuerzos. De hecho, la salida de Moses hace más necesaria la llegada de un jugador de banda, demarcación en la que el club trasladó una oferta por Machís, finalmente fichado por el Granada, y realizado un seguimiento a Bela. La posibilidad de apuntalar el centro del campo también sigue encima de la mesa.