Una excelente actuación de la portera Mihaela Ciobanu, que detuvo hasta dos penaltis en la segunda prórroga del partido, permitió a España lograr un agónico triunfo (29-31) sobre Corea del Sur, que sirvió a las españolas para colgarse una medalla de bronce, que premia el magnifico torneo realizado por el conjunto español.

Una selección española que dispuso de hasta dos balones, uno al final del tiempo reglamentario, y otro a la conclusión del primer tiempo extra, para haber sellado su victoria, pero el destino, quería que fuera toda una veterana la que llevara a las de Jorge Dueñas a lograr su primera medalla en unos Juegos Olímpicos.

Y es que a sus treinta y nueve años, la portera de origen rumano, vio culminada su larga carrera con una excepcional actuación en la prórroga, en la que Ciobanu se convirtió en la auténtica heroína tras detener hasta tres penaltis, los dos últimos en la segunda prórroga, en los veinte minutos extra que se tuvieron que jugar.

Acierto que permitió a España disponer de un tercer balón definitivo, en el que esta vez la extremo Jessica Alonso, a diferencia de lo ocurrido en las dos veces anteriores, no falló par firmar el 29-31 definitivo que dio el bronce al conjunto español.

Una victoria que sabe a revancha, pues paradojas del destino, las españolas arrancaron en su trayectoria en los Juegos con una derrota (27-31) ante las surcoreanas, que complicó todavía más si cabe el camino a las españolas en un torneo en el que partían encuadradas en un temible grupo.

Pero como había advertido en la previa la central española Macarena Aguilar, el conjunto español debía reflexionar sobre lo ocurrido en la primera jornada del torneo, para no volver a caer en los mismos errores que propiciaron el cómodo triunfo (27-31) de las surcoreanas en la primera fase.

Un trabajo de análisis que no tardó en dar sus frutos, al menos en defensa, donde el equipo español a diferencia de lo ocurrido en la Caja de Cobre no se dejó sorprender por la explosividad de las asiáticas, ni tampoco por el poderoso brazo de Eun Hee Ryu, la jugadora que martirizó a las de Jorge Dueñas en aquel encuentro

Pero los problemas de España no estaban hoy en defensa, sino en un ataque, que pese al esperanzador comienzo, no tardó en atascarse ante el férreo sistema defensivo de las coreanas, que provocó un sinfín de perdidas de balón del equipo español.

Errores que Corea del Sur no tardó en castigar, pues a cada perdida de balón le sucedió un fulgurante contragolpe de las asiáticas, que dejó en nada la mejoría defensiva de la selección española.

Contraataques y más contraataques que pusieron contra las cuerdas el conjunto español, que a lo diecinueve minutos contaba con una más que inquietante desventaja de cuatro tantos (9-5) en el marcador.

Pero las "guerreras olímpicas" no estaban dispuestas a rendirse tan pronto, como evidenció la pivote Verónica Cuadrado, que volvió a meter a España en la contienda con dos goles, tras dos milagrosos rechaces, en los que la española puso más empeño que nadie.

Y es que como había advertido el técnico español, Jorge Dueñas, la medalla de bronce suele caer del lado del equipo que muestra una mayor fortaleza mental, una faceta en la que pocos pueden superar a las corajudas españolas.

Tal y como se pudo comprobar en los siguientes minutos en los que España apretó como nunca los dientes en defensa hasta desarbolar por completo a una Corea del Sur, incapaz de entender, que ya no tendría las mismas facilidades que hasta entonces.

Ahora era España la que podía correr, mientras que las pérdidas de balón caían una tras otra del bando coreano, lo que permitió a las de Jorge Dueñas dar la vuelta al tanteador (11-13) con un parcial de 0-6 en seis minutos.

Una renta, que pese a que Corea del Sur, campeona olímpica en Seúl 88 y Barcelona 92, enjugó al llegar al descanso (13-13), sirvió para liberar definitivamente al conjunto español, que desplegó su mejor juego en los minutos iniciales del primer tiempo.

Liderada por una espectacular Marta Mangué, la selección española logró, por fin, aunar a su cada vez más solida defensa, un efectivo ataque, en el que la lateral canaria dio toda una lección de fundamentos técnicos en cada una de sus fintas,

Goles de la jugadora canaria, que permitieron a España dispararse en el tanteador hasta alcanzar una máxima ventaja de cuatro goles (15-19) a los siete minutos de la segunda mitad.

Pero nada es sencillo para el conjunto español, y menos una medalla de bronce, en estos Juegos Olímpicos, por lo que dos inoportunas exclusiones de Marta Mangué y Verónica Cuadrado permitieron a Corea del Sur igualar de nuevo la contienda 23-23 a cinco minutos para la conclusión.

Tiempo en el que los tensión se apoderó de ambos conjuntos, ya que sí Corea del Sur perdió hasta dos balones consecutivos en ataque, España desaprovechó hasta dos penaltis, por medio de Beatriz Fernández y Jessica Alonso, para elevar a dos tantos su renta (23-24) en el marcador.

Fallos que permitieron a las asiáticas igualar, también de penalti, la contienda (24-24) a cincuenta segundos de la conclusión, en los que España buscó una última jugada con la pivote Begoña Fernández, que posiblemente agarrada, estrelló el balón en la portera Hui Ju.

Una parada que condenó al conjunto español a una prórroga en la que Nely Carla Alberto rompió, por fin, el maleficio de los penaltis, tras una penetración de Macarena Aguilar, que monopolizó el ataque español con sus explosivos uno contra uno.

Acciones que permitieron a España llegar al segundo período del tiempo extra de nuevo en ventaja (26-27), una renta esperanzadora, aunque insuficiente para ganar, pese a que el conjunto español dispuso otra vez de un último lanzamiento, esta vez por medio de Marta Mangué, para llevarse el triunfo.

No falló España en su tercera ocasión, y por medio de Jessica Alonso firmó el 31-29 definitivo, que sirve a las de Dueñas para completar con un bronce olímpico el brillante palmarés que han firmado en los cuatro últimos años y en el que figura una plata europea (2008) y un bronce mundial (2011)