El centrocampista del Inter, Christian Eriksen, ha sido intervenido con éxito y podría recibir el alta médica el próximo viernes 18 de junio. En la noche del jueves le implantaron un desfibrilador interno para controlar el ritmo cardíaco del jugador y evitar posibles situaciones similares a las vividas en el duelo entre Dinamarca y Finlandia, cuando cayó desplomado al filo del descanso y tuvo que ser estabilizado y evacuado al hospital más cercano.

El danés, que ha tranquilizado a todo el mundo del fútbol a través de las redes sociales sobre su estado de salud, tiene ante sí un futuro incierto. La implantación del desfibrilador no le imposibilita la práctica del fútbol y puede desarrollar una vida con total normalidad, siempre que el jugador esté dispuesto a ello, pero parece complicado que pueda volver a jugar con el Inter.

Otros jugadores como Daley Blind siguen jugando al más alto nivel con el mismo implante que el de Eriksen. El neerlandés ha sufrido dos desvanecimientos a lo largo de su carrera, pero con esta actuación médica continúa en el mundo del fútbol. El médico alemán que atendió a Eriksen sobre el césped reveló en una reciente entrevista que el jugador recuperó el conocimiento después de utilizar un desfibrilador de urgencia. "Sí, estoy de regreso entre vosotros. Dios mío, solo tengo 29 años", comentó.