"Morata y diez más". Luis Enrique ya ha adelantado lo que todos sospechaban: el delantero será titular ante Polonia. Basta que el vulgo y la prensa que va de influyente y que luego no se entera de si Zidane se va o se queda o de si Ramos sale o entra digan una cosa, para que Lucho haga lo contrario. Si la tropa pide caldo, ahí va la marmita entera. A tragar y a aguantar. Morata titular y seguro, seguro, que Marcos Llorente seguirá de esforzado lateral.

Y es que si queda alguien que no sepa que a Lucho le va la marcha, que es un conductor suicida ?ojo, no el de la canción de Sabina a Manolo Tena? de los que dan luces y blasfeman contra el resto por ir en dirección contraria, ni conoce al gijonés ni su testarudez. Tampoco variaría mucho el panorama si optase por cambiar de cromos: le seguirán cayendo palos haga lo que haga. El único paraguas que tiene es el de los resultados. Solo un éxito de los gordos le salvará de ser lapidado si la Roja sigue al tran tran y se va para casa cuando se barrunta.

Pero antes toca la Polonia de Lewandowski, un goleador de esos por los que suspira toda Europa pero que no acaban de brillar con su país. Mientras, los miembros de la delegación de la Roja hacen tiempo recibiendo a lo grande a Busquets tras superar el covid y con una porra millonaria que servirá para pagar una ronda de lujo al que se la lleve. Ojito, que Hacienda no descansa.