La selección española cambió su actitud a la llegada al hotel de concentración en Sevilla, tras el viaje en la víspera del tercer partido de la Eurocopa, tras las críticas recibidas por no saludar a la afición cuando salió rumbo a La Cartuja antes de medirse a Polonia, pasando a realizar gestos todos los jugadores a lo seguidores que siguen dando su apoyo.

Apenas seis integrantes de la expedición tuvieron algún gesto de agradecimiento por el apoyo a la afición antes de jugar contra Polonia. Entre ellos el seleccionador Luis Enrique Martínez, que este martes a su llegada levantó el puño en un gesto de ánimo y fuerza a todos, agradeciendo el impulso de la afición antes de jugar un partido decisivo en la Eurocopa.

El cambio de comportamiento fue visible en los jugadores, saludando todos tras bajarse del autobús y recorrer los cien metros hasta la entrada del hotel con aficionados en ambos lados sin parar de animar. El protocolo covid impide a los internacionales acercarse para firmar autógrafos o realizarse alguna fotografía, pero en esta ocasión los gestos de agradecimiento marcaron el momento.

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España entrenó en su ciudad deportiva en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, descartando hacerlo en el escenario del partido, La Cartuja, y voló por la tarde de Madrid a Sevilla. Quedó concentrada en el mismo hotel de los dos anteriores partidos y ya vela armas para el duelo ante Eslovaquia en el que se juega su pase a octavos de final.

La temperatura con la que llegó la selección española fue superior a la que han tenido estos últimos días en Madrid y llegaron con 32 grados centígrados, la misma que se espera este miércoles a las 18:00 horas cuando arranque el decisivo encuentro en La Cartuja.