Reinventarse o morir. En el fútbol, los equipos ganadores están obligados a realizar cambios durante su apogeo para no caer en el estancamiento. Tras ser la revelación del último Mundial, en el que fue subcampeona, la selección de fútbol de Croacia inició una nueva etapa dentro del mismo ciclo, liderado por Zlatko Dalic. Varios futbolistas de la columna vertebral ‘Vatreni’ dieron un paso al lado para permitir la entrada de efectivos de la nueva generación: el exazulgrana Rakitic, Mandzukic y Subasic anunciaron su retirada del combinado nacional y Strinic pausó su carrera futbolística por problemas cardíacos.

Entre la alineación titular de la final de la Copa del Mundo de Rusia y la del tercer partido de la fase de grupos de la presente Eurocopa, que le permitió disipar las dudas de las dos primeras jornadas y clasificarse para los octavos, Croacia realizó seis cambios. A los cuatro futbolistas mencionados se les sumaron las ausencias de Vrsaljko y Rebic, que sí que salieron de inicio en la derrota contra Inglaterra y en el empate frente a la República Checa, pero no ante Escocia, el encuentro en el que los de Dalic mostraron una versión parecida a la que les permitió protagonizar hace menos de tres años una de las gestas más sorprendentes de la historia reciente de los Mundiales.

Las dudas de Dalic

La media de edad de la nueva hornada croata –Livakovic, Juranovic, Gvardiol, Kovasic, Vlasic y Petkovic– es de 24 años, una cifra bastante baja que se compenetra a la perfección con la veterana pareja de centrales formada por Lovren y Vida, el liderazgo de Modric y la jerarquía de Brozovic en el centro del campo y la inspiración ofensiva de Perisic, todos ellos presentes en Rusia.

En vistas al cruce contra España, Dalic no podrá contar con Lovren, sancionado, y tendrá que encontrar alguna alternativa. Gvardiol es el favorito para reemplazarle, hecho que permitiría la entrada en el once inicial, como lateral izquierdo, a Barisic. En el flanco derecho, la selección balcánica duda entre dar continuidad a la irrupción de Juranovic o volver a confiar en Vrsaljko. En ataque, parece que Rebic tendrá complicado recuperar la titularidad.