Nadie en Leeds comprende cómo Pablo Hernández ya no pertenece a la entidad, cómo han dejado escapar a su capitán y cómo una leyenda viva del club no se retira como en los Peacocks. La actitud de Marcelo Bielsa, que le arrebató el brazalete de capitán, no empañan sus cinco temporadas en Elland Road. El castellonense ha disputado 175 partidos oficiales con los Whites, con 36 goles y 41 asistencias, y a sus 36 años le queda cuerda para rato en el fútbol de élite.

Es por ello que al extremo exinternacional español se le plantea un dilema: aceptar la suculenta oferta del CD Castellón para sea el buque insignia del conjunto de la capital de la Plana para el nuevo proyecto en la Primera RFEF o valorar y decantarse por una de las importantes proposiciones de otros clubs, la mayoría de superior categoría y de mejores condiciones económicas, contando incluso con peticiones para incorporarlo del extranjero.

Ilusionado

El dinero no será un problema para Pablo. Consciente de la situación económica y deportiva que vive el Castellón, en Primera RFEF y sin ser un club pudiente, la pasión con la que siente los colores albinegros Pablo Hernández convierten en prioritaria la oferta orellut. Es por ello que el atacante antepondrá el tema sentimental en su decisión por encima del económico.

Optar a ascender, clave

Quiere garantías de un proyecto para subir. Eso sí, consciente de que todavía tiene nivel, condiciones y ofertas para seguir en el fútbol profesional, Pablo ha pedido al club una serie de garantías para decantarse por el «sí», especialmente en materia deportiva. El castellonense quiere liderar un proyecto ganador, un Castellón que aspira a pelear por el ascenso a Segunda División A y antes de dar una respuesta valorará el proyecto deportivo que está elaborando ahora mismo Fernando Gómez Colomer.

Muy pretendido

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Tiene ofertas mejores y de superior categoría. En contra de los intereses albinegros está el interés de clubs de superior categoría por el extremo del combinado de la capital de la Plana. De hecho, el Cartagena, de Segunda División A, está pujando muy fuerte por él, en lo deportivo y en lo económico, junto a otros clubs de la categoría de Plata, además de ofertas del extranjero.

Fernando, Dealbert y su padre están al acecho. El factor sentimental será fundamental. A Pablo le agrada la idea de instalarse con su familia en su tierra natal y, conscientes de ello, tanto Fernando, como su amigo y excompañero Àngel Dealbert e incluso su padre, Alfonso, están intentando convencerle.