Dani Alves, pendiente de su futuro

Dani Alves es un agente libre en busca de un nuevo destino. Con 38 años y la carta de libertad bajo el brazo, tras desvincularse del Sao Paulo en septiembre, el ex del Barça se ha puesto en el mercado. Procura activamente un nuevo destino para enero en el fútbol europeo, porque ha descartado su continuidad en Sudamérica. Su objetivo es encontrar un club donde pueda jugar con asiduidad en el lateral derecho y, de esta forma, poder mantener vivo su sueño de estar en noviembre en el Mundial de Catar con la Canarinha.

Su seleccionador, Tite, en principio, lo esperará porque sabe todo lo que es capaz de aportar el exblaugrana dentro del campo y en la confección de un grupo ganador. Por eso, lo llamó en la fecha FIFA de septiembre, semanas después de haber conquistado el oro olímpico en Tokio, derrotando a España en la final. Fue su título número 42 como profesional y el segundo del 2021 tras el Campeonato Paulista , lo que le reafirma como el futbolista más laureado de la historia.

Precisamente su último partido fue vestido de verdemarelo, el 10 de septiembre, en el Brasil-Perú (2-0), disputado en el Arena Pernambuco (en Recife), de clasificación para Catar 2022, en el que Dani jugó la última media hora.

Después rompió su contrato con el Sao Paulo, que le adeuda más de tres millones de euros en impagos acumulados en los 24 meses que jugó en el equipo del cual es hincha declarado. Barajó varias ofertas de su país para seguir en activo hasta diciembre, pero las descartó, ya que no vio con buenos ojos incorporarse en la recta final del curso a los equipos ya rodados y consolidados.

Alves entiende que los cuatro meses que puede llegar a estar inactivo no son ningún contratiempo para seguir su carrera. En primer lugar, porque está pudiendo hacer vacaciones (el fin de semana estuvo en Milán presenciado la final de la Liga de la Naciones), ya que en Brasil, a causa de la pandemia de Covid-19, se enlazaron las temporadas 2020 y 2021. Tendrá tiempo suficiente para hacer una pretemporada particular con su personal trainer, para llegar a principio de enero apto para jugar de forma inmediata.

El ex del Barça hace de la preparación física una de sus mejores armas, lo que le permitió en los dos años en el Sao Paulo jugar la friolera de 95 encuentros, en los que marcó 10 goles y dio 15 asistencia. Mostró que, con 38 años, puede seguir jugando al más alto nivel y con regularidad.