El Athletic Club de Bilbao afronta el verano sin entrenador tras la marcha de Marcelino y el proceso para anunciar un nuevo técnico parece ir para largo.

El conjunto vasco está inmerso en una batalla electoral para determinar al nuevo presidente de la entidad, por lo que aquel que se siente en el banquillo de San Mamés dependerá del próximo gerente. Ahora mismo no hay una opción, sino tres: cada uno de los representantes tiene a su elegido.

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El debate en torno al perfil de entrenador que debe dirigir el club está presente en estas elecciones. Parte del masa social bilbaína piensa que debe sentarse uno de casa y la otra parte considera que se pruebe con un entrenador extranjero, de fuera.