Son muchos los nombres propios de este verano en el FC Barcelona. Los más ilusionantes, Dembélé y Raphinha, que están a un paso de renovar y fichar por el equipo culé respectivamente. Los más necesarios, salidas como las de Lenglet o Rey Manaj que hacen hueco a futuros futbolistas.

El objetivo primordial es sacar de la plantilla a jugadores de perfil bajo, donde entran también Braithwaite, Umtiti o Riqui Puig, pero también está en la rampa de salida un peso pesado del equipo como Frenkie de Jong. Su venta tiene la llave para sumarse a las palancas económicas y financias los fichajes... pero ha habido un giro de los acontecimientos.

La venta de Frenkie de Jong al Manchester United se complica

Mateu Alemany ya había acordado la venta de Frenkie de Jong al Manchester United EP

Todo parecía encaminado para que el centrocampista se convirtiera en un red devil para la próxima temporada. Richard Arnold y John Murtough, CEO y director de fútbol del Manchester United, se reunieron con Mateu Alemany para cerrar la venta e incluso llegaron a pactar el coste del traspaso: 85 millones de euros, lo mismo que costó al Barça en 2019.

Sin embargo, cuando en el fútbol se dice que los futbolistas juegan donde quieren es por algo. Los clubes acordaron la venta de un jugador que no se quiere ir. Así lo han aclarado Ali Dursun y Hasan Cetinkaya, agentes de De Jong, según informa Fabrizio Romano.

Tampoco acepta la reducción de salario del Barça

Xavi Hernández no quiere a Frenkie de Jong en su plantilla FCB

Pero hay más: el neerlandés tampoco quiere pasar por el aro de la rebaja salarial que quiere imponer el Barça. El futbolista está cómodo en la ciudad condal y quiere quedarse percibiendo lo que le firmó Josep Maria Bartomeu justo una semana antes de abandonar la presidencia culé. Un sueldo que limita mucho las posibilidades del equipo para fichar.

De este modo, Joan Laporta y Xavi Hernández se han topado con un importante obstáculo. No entra en los planes, cobra más de lo que se ajusta al peso que tiene en el equipo y tampoco piensa salir. Una importante patata caliente que rebaja el optimismo que se había disparado con Dembélé, Raphinha y otros objetivos de mercado.