En Gijón, la presencia de ojeadores, especialmente del Real Betis, agrega emoción a la temporada del Sporting, actualmente en la zona de ascenso. Gaspar Campos, el versátil atacante de 23 años, es el foco de atención con 7 goles en esta campaña, liderando la ofensiva rojiblanca y atrayendo el interés de varios clubes de LaLiga. 

Con el contrato de Campos hasta 2025, su destacada actuación ha generado informes positivos mientras equipos como la Real Sociedad también siguen de cerca su deslumbrante rendimiento en esta temporada 22/23. 

Su historia, desde rechazar al Real Madrid en 2016 hasta destacar en la cantera de Mareo, añade un toque especial a su explosión como goleador, sorprendiendo incluso a los seguidores locales en Gijón.

El Burgos le dio vida

Su oportunidad parecía esfumarse, y el verano pasado optó por una cesión al Burgos CF. En el Plantío, el jugador transformó su perspectiva: revitalizó su instinto goleador, recobró confianza y volvió a exhibir la prolificidad que lo caracteriza, a pesar de su posición de extremo y su esporádica participación como delantero. 

Con siete goles en siete partidos, dejó huella imborrable y regresó al Sporting. En solo 15 participaciones, igualó su marca de siete goles, compitiendo por el Trofeo Pichichi de Segunda con destacados como Javi Puado y Martin Braithmaite del RCD Espanyol. 

A sus 23 años el jugador se ha convertido en uno de los nombres más influyentes de segunda, impresionando a los observadores con su juego asociativo, talento, movilidad y, sobre todo, capacidad goleadora. Este rendimiento no ha pasado desapercibido para la dirección deportiva del Real Betis, que, desde la llegada de Ramón Planes, ha mostrado interés en este jugador en pleno ascenso.