A todos nos gusta contar con un dinero extra a final de mes y que todo nuestro efectivo no se nos vaya en gastos. Pero ahorrar no es fácil, el dinero vuela mucho más rápido de lo que nos gustaría. Por ello, proponemos cinco trucos para que los últimos días del mes no se hagan tan largos a la espera del ingreso del sueldo.

Método kakebo

Este método oriental nació en 1904 de la mano de Matoko Hani, fundadora de 'La compañera de la mujer', la primera revista femenina de Japón. El objetivo de dicha técnica era la de controlar las finanzas del hogar y ofrecer más poder a las mujeres del país.

El kakebo es un libro de cuentas en el que los gastos se encuentran representados como un malvado lobo y los ingresos por un cerdito al que hay que ir alimentando. Se divide en trimestres, semanas y días y tendremos que ir anotando ingresos y gastos fijos estimados.

Además, hay que establecer un objetivo financiero mensual, un cambio de hábito con el que mejoraremos en dicho objetivo y una predicción del dinero que ahorraremos. Una vez introduzcamos todos los datos comenzará la aventura. Estos pequeños trucos y cambios de hábitos ayudarán a hacerse una idea de qué se hace con el dinero mensualmente, cuáles son los gastos más importantes y en dónde se puede recortar.

La regla de las 52 semanas

Uno de los trucos más extendidos por todo el mundo es el de la regla de las 52 semanas. La base de la regla es simple, ahorrar el número de euros que corresponden con la semana que nos encontramos. Por lo que comenzariamos con un euro y finalizariamos la última semana del año con 52. Si llevamos a cabo esta táctica hasta el final, habremos logrado ahorrar la nada despreciable cifra de 1.378 euros.

El método del 50/20/30

El método tiene su razón de ser en los porcentajes. El 50% se dedica a las necesidades fundamentales, el 20% al ahorro y el 30% a gastos de carácter personal. No obstante, lo ajustado de los ingresos de muchos hogares hará difícil cumplir con esta regla, ya que los gastos del día a día se imponen en la realidad de las familias españolas.

Así, el 50% de los ingresos o rentas que se perciban deben destinarse a los aspectos inaplazables: facturas, cuotas de hipotecas o alquiler, la cesta de la compra, transportes o recibos. La previsión es dedicar el 50% de lo que se gana a estos conceptos. Si sobra algo, mucho mejor: debe destinarse a la siguiente partida, la del ahorro.

El 20% de los ingresos deben asignarse al ahorro. De esta manera, se podrán cubrir gastos imprevistos y otros como la reforma de la vivienda, un tratamiento médico o nuevas situaciones familiares. El ahorro debe potenciarse desde edades tempranas, ya que en la adultez costará mucho menos atender debidamente este hábito.

Por último, el 30% de los ingresos se pueden asignar a gastos personales: actividades físicas de ocio, como el gimnasio, viajes, cursos, etc. En Internet y en los teléfonos móviles existen diversas aplicaciones que ayudan a cuantificar estos conceptos y a llevar las cuentas de manera efectiva.

Método de los sobres

Este método de ahorro es atemporal y continúa siendo eficaz. Se basa en reunir dinero en efectivo y realizar las cuentas de los gastos fijos que se van a llevar a cabo durante el mes. Una vez tengamos los gastos asentados, se dividirá el dinero justo para cada desembolso y lo introduciremos en cada sobre correspondiente.

De esta manera, descubriremos cuánto dinero tenemos disponible para otros gastos. Además, tendremos la opción de seleccionar otra partida para retirarla y poder ahorrarla.

El uso de la hucha

Tradicionalmente están simbolizadas con un cerdito, para ir engordándolo poco a poco. Sin embargo, cualquier recipiente sirve para ir insertando las monedas que nos sobran de los cambios o una cifra fija que planteemos durante un periodo de tiempo determinado.

La mejor opción es escoger una hucha que solo tenga una abertura para introducir y no retirar, para no hacer trampas e ir sacando dinero.