Las estafas en Internet en forma de ofertas de trabajo se han convertido en algo habitual desde el estallido de la crisis. Los ciberdelicuentes aprovechan la escasez de oportunidades y la necesidad de los parados, que tratan de reincorporarse al mundo laboral, para hacerles caer en su trampa y posteriormente exigirles dinero u obtener información personal o financiera de la víctima.

Según un estudio de Adecco, uno de cada cinco parados de nuestro país (concretamente un 20,2%) ha sido objeto de alguna oferta laboral en la que los ciberdelincuentes tratan de obtener dinero de la víctima, a cambio de introducir a esta en un proceso de selección o directamente conseguirle un empleo.

Según el mismo estudio, un 12,4% de los desempleados ha pagado o estaría dispuesto a hacerlo para obtener un puesto de trabajo, por lo que es importante conocer unas pautas básicas para evitar caer en este tipo de fraudes.

¿Cómo puedo detectarlas?

Salarios elevados, opciones de promoción o la posibilidad de entrar en una empresa sin realizar un proceso de selección previo, son algunas de las ventajas que manifiestan las ofertas fraudulentas, con el objetivo de captar la atención de sus futuras víctimas. Por ello hay que permanecer alerta ante este tipo de anuncios tan llamativos, ya que cuanto más atractiva sea la oferta, más probabilidades hay de que se trate de una estafa.

Otro de los factores ante los que se debe sospechar es la solicitud de una transferencia monetaria o de la facilitación de los datos bancarios, por parte de la supuesta entidad contratante, ya sea con el propósito de cubrir ciertos trámites administrativos, certificados médicos o cualquier otro proceso aparentemente necesario para incorporarse a la empresa.

Estos pagos no deben realizarse en ningún caso, de la misma forma que tampoco hay que facilitar ningún tipo de información bancaria.

En definitiva, es necesario analizar de forma detallada la convocatoria y fijarse en si la fuente de procedencia es fiable. También hay que dudar de aquellos anuncios que no incluyan una información clara sobre la oferta, el contrato o los servicios ofrecidos, y de aquellos que resulten más atractivos.

Otro de los aspectos utilizados para ocultar fraudes son los cursos de formación. En ellos se ofrece a los desempleados una formación online, a cambio de realizar importantes desembolsos económicos, formación que nunca llega a impartirse.