La crisis económica ha pasado factura a la economía doméstica de los españoles. Son millones los ciudadanos que en los últimos años han visto como su poder adquisitivo ha ido decayendo, menguando sus ingresos y aumentando sus gastos. Esta situación ha obligado a muchos a hacer encaje de bolillos para llegar a fin de mes, afinando sus cuentas e intentando prescindir de gastos superfluos.

En cualquier caso, todavía existen ciertos trucos para conseguir 'ahorrar' un poco más. El consumo energético, los seguros, la cesta de la compra... son algunas de las facturas en las que es posible ahorrar unos euros si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones. La cuestión no resulta baladí, ya que este dinero puede suponer unos centenares de euros al mes y, por tanto, unos miles de euros al año.

La cesta de la compra

Llenar la nevera es una de las actividades de nuestro día a día que supone un mayor esfuerzo económico para las familias. De hecho, según la OCU la cesta de la compra se lleva aproximadamente un 20% del presupuesto familiar. Por ello, esta organización de consumidores recomienda tener en cuenta ciertos aspectos para ahorrar algo de dinero. Por ejemplo, comprar productos de temporada -siempre más baratos, ya sea la fruta o el pescado-, comparar los precios de los supermercados y elegir siempre el que nos ofrezca un mayor ahorro, estar alerta con las supuestas ofertas familiares -no siempre beneficiosas para el consumidor- y apostar por las marcas blancas evitando los productos con 'apellido' -no tiene el mismo precio un yogur que un yogur bio, unas madalenas que unas madalenas artesanales.

El consumo energético

¿Te has parado a pensar alguna vez cuánto supone al año tu gasto en electricidad y gas? Pues este es otro aspecto en el que también es posible ahorrar. Por ejemplo, revisando la potencia que tenemos contratada y confirmando si realmente es lo que necesitamos. Con los nuevos contadores es más sencillo averiguarlo. Debemos tener en cuenta que según la OCU, aproximadamente cada 1,15 kW de potencia supone incrementar nuestra factura en 60 euros anuales. Por otra parte, utilizar los electrodomésticos de la casa de forma eficiente también es fundamental si queremos ahorrar algo de dinero. Por ejemplo, usando la lavadora cuando realmente está llena, evitando el stand by, ajustando termostatos.

También podemos ahorrar reduciendo por ejemplo el tiempo empleado en la ducha o sustituyendo las bombillas incandescentes por las de tipo LED. Por otra parte, ahora que se acerca el invierno y llega el frío, es bueno recordar consejos como comprobar los radiadores y purgarlos y cerrar la llave de los radiadores de habitaciones vacías o sin utilizar.

Compras diarias

Un día se rompe el secador, otro necesitamos pilas nuevas y otro hay que comprar un nuevo ratón para el ordenador. Son muchos los productos que terminamos comprando a lo largo del año, y no siempre lo hacemos al mejor precio. Es conveniente destinar algo de tiempo a comparar para encontrar el mejor precio. Quizá a la hora de comprar unas pilas el ahorro puede suponer unos pocos céntimos, pero ¿qué pasa si lo que tenemos que comprar es una nueva lavadora o un coche? En este caso, el ahorro puede ser de centenares o incluso miles de euros.

Gastos del coche

Otro aspecto en el que es posible ahorrar es en los gastos derivados del uso y mantenimiento de nuestro vehículo. Por ejemplo comparando los precios de las gasolineras. Llenar el depósito en una u otra estación de servicio puede suponer el ahorro de unos euros. Por otra parte, conducir de forma eficiente -sin apurar las marchas y con una velocidad adecuada y sin tirones- también nos permitirá reducir algo nuestra factura.

Factura telefónica y de Internet

Este gasto no ha dejado de aumentar en los últimos años y actualmente se lleva un buen pellizco del presupuesto familiar. Pagar el móvil, la fibra, la televisión... puede llegar a suponer cerca de 100 euros al mes, por lo que resulta fundamental analizar en detalle la factura y ver si realmente utilizamos o merece la pena pagar por lo que tenemos contratado. Aunque muchos de los contratos llevan asociada la permanencia, no está de más analizar un poco el mercado y ver cuál es la mejor oferta.

Servicios financieros

Los gastos asociados a las cuentas bancarias, las comisiones por usar cajeros, por los pagos en tarjetas... pueden suponer también un buen pellizco de dinero a final de mes. Por ello no está de más, analizar un poco el sector y optar por aquellas entidades que nos ofrezcan unas mejores condiciones, evitando comisiones y gastos asociados a sus productos financieros. Algunos productos financieros, como aquellos que devuelven un porcentaje de los recibos que tenemos asociados, también pueden ser una buena opción para conseguir reducir nuestra factura a final de mes.

Seguros

Con las pólizas ocurre algo parecido a lo comentado con los servicios financieros. Resulta fundamental comparar y analizar todo lo que tenemos contratado, ver en qué condiciones y valorar de forma objetiva si realmente es lo que necesitamos o si estamos pagando de más. También deben evitarse las duplicidades. En este sentido, si ya tenemos cubierto el riesgo de accidentes por nuestra tarjeta, no es necesario que lo tengamos contratado por otra parte.