Diciembre es uno de los meses en los que muchos españoles ven como la partida de gastos e ingresos particulares y familiares se desvía con frecuencia y, en determinadas ocasiones, de forma inquietante. La paga extra de Navidad ayuda a equilibrar el balance, pero lo cierto es que los desembolsos se acumulan por todas partes: regalos, compromisos familiares, cenas de empresa, loterías, viajes puntuales, salidas fuera del domicilio habitual... La temida 'cuesta de enero', que rompe la economía familiar en muchos hogares, puede transitar de una manera más suave si se cumplen una serie de pautas para ahorrar en diciembre.

Diseñar un presupuesto realista

Antes de nada, es aconsejable hacer un bosquejo de la partida prevista de gastos, teniendo en cuenta que siempre surgen imponderables y que lo más normal es que acabe siendo superior a esa cantidad. En este sentido, es importante distinguir entre necesidades prioritarias, importantes y prescindibles.

Evitar la compra compulsiva

Se trata de una conducta muy habitual en estas fechas. La proliferación de canales de consumo, tanto físicos como 'online', estimula la adquisición de bienes y productos que, en muchas ocasiones, acaban quedando arrinconados en algún lugar de casa. Es por eso que conviene pensar dos veces si eso que vamos a comprar merece realmente la pena.

Anticipar las adquisiciones

La mejor forma de evitar la inflación que registran muchos productos en estas épocas es la de anticipar las compras, sobre todo productos electrónicos. De esta manera, y aunque las fechas se echan encima, es más fácil hacer frente a las subidas de precios que se aplican en el mes de diciembre, antes de la llegada de las rebajas de enero.

No posponer el hábito del ahorro

Para que sea más fácil conjugar el ahorro en diciembre, lo más recomendable es instaurar unos hábitos a lo largo del año. Verano y Navidad son dos de las épocas en las que se concentran gran parte de los gastos extraordinarios en los que resulta más fácil meter la tijera, así que conocer qué partidas de gasto han sido las que han causado más alteraciones en el balance es fundamental para no repetir los mismos errores.

Comparar precios

Un conocido anuncio de los años 80 proclamaba un lema que sigue vigente. 'Busque, compare y si encuentre algo mejor cómprelo', decía aquel spot. Un consejo que puede ser muy útil para aplicar en estas semanas. No está de más comprobar precios y ver si es posible ahorrar unos euros en otro establecimiento.

Reclamar facturas y recibos

Alguna de las compras que se hagan en estas fechas pueden ser deducibles en la declaración de la renta, por lo que se recomienda siempre pedir los recibos y las facturas. Además, es también aconsejable comprar con dinero en efectivo y no con tarjeta de crédito, ya que los intereses - en especial de las de productos financieros como las tarjetas 'revolving' - pueden convertir la compra en un recuerdo de lo más desagradable.