El presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el británico Max Mosley, dijo hoy que podría presentarse a la reelección en el organismo si parece que va a haber un conflicto con la industria del motor.

En declaraciones al "Mail on Sunday", Mosley acusa a la Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA) de darle por derrocado de su cargo antes de que dejara formalmente el puesto, lo que iba a hacer a partir de octubre.

"Cometieron el error de bailar sobre mi tumba antes de que fuera enterrado", afirma.

"No es bueno que los equipos cogieran una agencia de relaciones públicas para alegar que estoy muerto y enterrado cuando estoy aquí, más grande que la vida misma. Ahora estoy bajo presión desde todo el mundo para presentarme a la reelección" en octubre, añade.

Mosley se refiere a las declaraciones del presidente de Ferrari, Luca de Montezemolo, y sus aliados, recogidas por la prensa europea, en el sentido de que se había "derrocado al dictador".

Esas informaciones se produjeron el día después de que el miércoles se alcanzara un supuesto acuerdo "de paz" con la FOTA para evitar una escisión en las competiciones y limitar los presupuestos.

El pasado viernes, Mosley ya escribió sendas cartas a los miembros de la FIA y del Consejo Mundial para explicarles la situación.

En las declaraciones publicadas hoy, el presidente del organismo regulador del deporte asegura que estaba dispuesto a no concurrir a las elecciones porque es "un poquito demasiado mayor".

"Realmente quiero parar. Pero si va haber un gran conflicto con la industria automovilística, por ejemplo con los equipos de la FOTA, entonces no lo dejaré", afirma.

"Haré lo que tenga que hacer. No está en mi naturaleza huir de una pelea", sentencia.