Los intentos de Renault por hacer borrón y cuenta nueva en su regreso a Singapur, donde se gestó la infamia que ha acabado por desterrar de la Fórmula 1 a Flavio Briatore, Patt Symonds y quien sabe si también Nelsinho Piquet, tendrán que esperar. La curva 17 volvió a ser protagonista en el arranque de los entrenamientos libres del viernes. La misma en la que se estrelló intencionadamente el pasado año el joven piloto brasileño siguiendo órdenes de equipo para favorecer al español Fernando Alonso, a la postre ganador tras aprovechar su temprana entrada en boxes para repostar así como la salida del ´safety-car´. Como si de una maldición se tratará, la llamada desde entonces ´curva Piquet´ vio estrellarse un año después a otro piloto de Renault, el francés Romain Grosjean, sustituto precisamente del brasileño desde el pasado Gran Premio de Europa en Valencia.

Ironías del destino, el piloto perdió el control de su R29 y chocó contra el muro, casi con la misma trayectoria que Piquet hace un año, dejando cruzado el coche en la pista y obligando, no a la salida del ´safety´ al no estar en carrera pero sí a la bandera roja, que suspendió diez minutos los entrenamientos hasta que el monoplaza fue retirado de la pista. En esta ocasión, la causa del accidente fue involuntaria. Grosjean perdió el control del coche debido a la poca adherencia del asfalto de Marina Bay, un circuito urbano por el que no rodaban los Fórmula 1 desde hacía un año. El francés, que el jueves estaba indispuesto por una gastroenteritis, pudo salir a la pista, pero puso punto final a su sesión al cuarto de hora, si bien el trabajo de los mecánicos le permitió salir al término de la segunda sesión, y marcar el penúltimo tiempo, por delante del español de Toro Rosso, Jaime Alguersuari.

Con los dos R29 desprovistos de las pegatinas de ING y Mutua Madrileña, dos de sus principales patrocinadores, que han roto sus contratos con la escudería francesa para evitar verse afectados por el ´Singapurgate´, fue Fernando Alonso el que devolvió la sonrisa al equipo. El asturiano marcó el segundo mejor tiempo de la jornada, sólo superado por el Red Bull de Sebastian Vettel. El joven piloto alemán ya ha cubierto el cupo de ocho motores, el máximo que se puede utilizar esta temporada, y corre bajo la amenaza de perder diez puestos en parrilla si por cualquier motivo supera este límite. Alonso ya había sido cuarto en los libres 1, por detrás de los Brawn GP de Jenson Button y Rubens Barrichello, quienes luchan por el título separados por sólo 16 puntos.