El piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) se apuntó la primera victoria de 2014 en el Gran Premio de Australia, con los abandonos tempranos del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y del británico Lewis Hamilton (Mercedes), y un cuarto puesto para el español Fernando Alonso (Ferrari).

Ricciardo (Red Bull) fue descalificado de la carrera por irregularidades en el flujo de combustible, limitado a 100 kilogramos por carrera por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

De esta forma, Ricciardo pierde su segunda plaza, lo que supone el ascenso a la segunda del danés Kevin Magnussen (McLaren), al podio de su compañero el británico Jenson Button y al cuarto puesto del español Fernando Alonso (Ferrari).

Según el acta de los jueces, el delegado técnico de la FIA detectó que el monoplaza de Ricciardo "excedió el flujo requerido de combustible de 100 kilogramos", medido por "un sensor de flujo homologado por la FIA y operado por la escudería".

Este sensor registró una diferencia en las mediciones durante los dos primeros entrenamientos libres del GP de Australia, de manera que el equipo utilizó un sensor distinto el sábado, cuyas mediciones "no fueron satisfactorias" para la FIA, por lo que se les pidió sustituir dicho sensor para las mediciones.

Según el acta, el equipo decidió no sustituir el sensor del sábado por el del viernes por considerarlo "inexacto" y decidió utilizar su propio sistema interno de medición del flujo, algo permitido siempre que se pueda cambiar al sistema homologado en caso de requerirse, explica el documento.

Tras la decisión de los comisarios, el equipo Red Bull anunció su intención de "apelar inmediatamente" la decisión de los jueces de carrera.

En la carrera, la fiabilidad que traicionó a Vettel y Hamilton sonrió a Rosberg, que lideró la prueba casi de principio a fin, con una gran maniobra de salida y un ritmo incontestable que ninguno de sus rivales osó amenazar en el circuito Albert Park de Melbourne.

La primera salida de la Fórmula 1 en 2014 fue en falso. Una avería del francés Jules Bianchi (Marussia) provocó la bandera amarilla en pista, una nueva vuelta de formación y un giro menos al cómputo global de la carrera.

La segunda sí que fue buena, especialmente para Rosberg, que transitando por la derecha fue capaz de superar a Hamilton y Ricciardo, haciéndose con el liderato ya en el primer giro.

A la vez, el japonés Kamui Kobayashi (Caterham) salía en recto y abandonaba la pista, destrozando el eje anterior de su monoplaza y llevándose por delante al brasileño Felipe Massa (Williams), accidente que tocaba también al finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), que pudo seguir sin problemas. No así el japonés y el brasileño, que quedaron fuera para el resto de la carrera.

Las sorpresas no iban a terminar ahí, porque Hamilton, que no había hecho más que perder posiciones desde el inicio, lo cual atestiguaba que tenía problemas, tuvo que abandonar en la cuarta vuelta tras un mensaje del equipo que le reclamaba dejar el coche en los talleres. Poco después, Mercedes comunicaba que era un problema en los cilindros del motor lo que motivó la retirada del piloto inglés.

El tetracampeón mundial, Sebastian Vettel, sería el siguiente en abandonar, apenas una vuelta después, por problemas en su motor que hacían que terminara anticipadamente un fin de semana para olvidar.

"No puedo hacer mucho más que esto, seguir mirando hacia adelante. Es muy decepcionante, pero es un año muy largo, hay muchos coches con problemas, muchas vueltas... Veremos cuántos llegan al final. Va a ser un año muy largo", apuntó el alemán al salir de los garajes.

Con Rosberg de líder sólido en carrera, el finlandés Valtteri Bottas protagonizaba el siguiente incidente, al golpear su rueda posterior derecha con el muro y perderla, de manera que el coche de seguridad hizo aparición, mientras el finlandés llegaba sin una rueda a los talleres.

Tras el coche de seguridad, Rosberg volvió a tomar diferencias, llevando hasta diez segundos a Ricciardo, segundo, y más de 15 a Kevin Magnussen, que aguantaba inalterable en posiciones de podio en su debut, que se producía al tiempo que su padre, Jan Magnussen, disputaba la prueba automovilística de las 12 horas de Sebring, en Estados Unidos.

Por detrás del trío de cabeza, el Force India del alemán Nico Hülkenberg frenaba a Alonso, con Bottas progresando a la zaga. Aunque sería el británico Button quien le ganaría el cuarto puesto a Alonso durante la segunda parada del piloto español, que conservaba el quinto ante la presión de Hülkenberg, al que el español rebasó gracias a una acertada estrategia de parada de Ferrari.

El paseo de Rosberg hacia el triunfo se completó hasta la bandera a cuadros, mientras el interés del público se situaba en la posibilidad de que Magnussen desposeyera a Ricciardo, con un ritmo menor, del segundo puesto. El australiano consiguió recuperar ritmo y dar a sus paisanos la alegría de la mañana, pese a que horas después fue descalificado por los jueces de carrera.

Descalificación de Ricciardo

El resultado en pista fue alterado por una decisión de los jueces, que anunciaron la investigación de "irregularidades" en el flujo de combustible de Ricciardo, limitado por la FIA a 100 kilogramos por carrera, y que anunciaron la descalificación del australiano pasadas cinco horas de la conclusión de la carrera.

De esta manera, todos los pilotos ascendieron un lugar, y los dos McLaren, Magnussen y Button, acabaron en el podio.

Con la victoria en Australia, Rosberg suma su cuarto triunfo en la Fórmula 1, y reafirma el dominio que Mercedes exhibió desde los segundos entrenamientos del viernes.

Así lo reconocía Alonso a la salida, para quien los coches con motor Mercedes son, ahora mismo "otra categoría". Tanto Ferrari como Renault tendrán que esmerarse para mejorar sus unidades de potencia de cara a la próxima cita, el 30 de marzo en el Circuito Internacional de Sepang, en Malasia.