El piloto español de Ferrari, Fernando Alonso, admitió este jueves que estar en el podio en el circuito de Monza, donde este fin de semana se disputa el Gran Premio de Italia de Fórmula 1, es "especial", y calificó como "un buen problema" la rivalidad que enfrenta en Mercedes a Nico Rosberg y Lewis Hamilton.

"Aquí están los 'tifosi' y espero lograr un buen resultado el domingo. He tenido la suerte de estar en el podio cuatro años, pero va ser de las carreras más difíciles para nosotros. Vimos algunas señales de mejoría en Hungría, luego en Spa y Kimi lo está haciendo bien. Estar en el podio en este circuito es especial", confesó en rueda de prensa el piloto asturiano.

Alonso recordó que en el anterior Gran Premio, en Spa-Francorchamps, mantuvo una intensa pugna con el finlandés de McLaren Kevin Magnusen, que finalmente fue sancionado provocando que el ovetense ganase una plaza. "Siempre intentamos luchar y tratamos de adelantar durante más de 30 vueltas por detrás de Kevin. En Spa no es fácil adelantar, pisó la hierba y la dirección de carrera decidió penalizarle. Pero cuando estás luchando por el séptimo puesto no es tan importante", indicó.

En este sentido, el propio Magnusen apuntó en la conferencia de prensa conjunta que intentó hacerlo lo "mejor" que pudo para ganar el pulso al español. "Al final salí de la pista y tuve esa penalización. Es algo de lo que también se aprende. Intentaré lograr un buen resultado en Monza", señaló.

Por otro lado, el asturiano no cree que sea el mejor 'Embajador' para poner "paz" en el pulso que mantienen Rosberg y Hamilton por el título de campeón del mundo y negó haber tenido problemas personales con el británico en 2007 cuando compartieron equipo en McLaren.

"No funcionó como queríamos. No fue un problema real con Lewis. Teníamos una relación muy profesional, pero somos gente muy competitiva y dentro del equipo no funcionamos bien. Fue un problema con el equipo y con la filosofía que tenía. Vi que tenía más posibilidades si me iba que si me quedaba, pero ambos tenemos una buena relación", aseguró poco después de simular un abrazo con Lewis.

Así, el piloto de Ferrari invitó a que tanto Rosberg como Hamilton "pasen página" del incidente de Spa. "Hay que tener el objetivo que es ganar el campeonato y están en una buena posición. El resto tenemos que intentar evitarlo. Es lo que diríamos un buen problema", dijo minimizando la polémica.

Igualmente, aseguró que se "malinterpretaron" sus declaraciones en una entrevista concedida esta semana, en la que afirmó que el equipo Mercedes, los mecánicos y los ingenieros, podría dividirse por el accidente de Bélgica. "Cualquier cosa que digas puede cambiar en cuatro o cinco días. No puedo cambiar el mundo", apuntó.

"Tenemos que respetar las decisiones de la FIA"

Algo molesto por tener que responder a muchas preguntas sobre el 'rifirrafe' entre los pilotos de Mercedes en Spa, se declaró satisfecho por la postura de la Federación Internacional (FIA) e invitó a que se confíe en ella y en sus decisiones.

"No sé por qué tengo que responder tantas preguntas hoy. No tengo una idea clara de eso. Son las reglas de la FIA y ellos cuidan de nosotros y la competición. Lo hace de forma justa y hay que respetarla. No estaba involucrado en este incidente y no sé por qué me hacen tantas preguntas una semana después", recalcó.

Por último, se mostró "sorprendido" por el cambio en el trazado de la 'parabólica' de Monza. "No sé qué pilotos lo han pedido. Ha habido discusiones en el pasado, sobre todo en la parte de la entrada, pero para mí ha sido una sorpresa", explicó.