Pese a no haber estado en la carrera del domingo, ¿ha sido el fin de semana más especial de su carrera?

-El fin de semana no, pero el día más especial sí porque es un objetivo por el que he luchado toda la vida. Fue la mejor hora y media de mi vida. Tuve una sonrisa en la cara desde que me subí al coche hasta que me bajé. Estaba feliz y no podía dejar de sonreír.

-¿En el coche se disfruta de verdad o se sufre también al pensar que no puedes tener ningún percance porque necesitas dar el mayor número de vueltas posible?

-Pude disfrutarlo porque es una cosa que no estás acostumbrado. Siempre hay que tener cuidado con no bloquear las ruedas, pero como corre tanto, cada vez que pasas por una curva o das gas a fondo dices, ¡qué pasada!...

-Pero no podría arriesgar al máximo cómo sí habría hecho en otras circunstancias, ¿no?

-Sí, de haber estado en mi categoría habría arriesgado más, pero como sabía que tenía solo dos sets de gomas nuevas y el primero lo tenía que quitar a la media hora para usar el otro en la hora final no pude. Si haces un plano en la primera o segunda vuelta ya no ruedas más porque se rompe el balance del coche, la rueda vibra mucho y hay peligro de que explote. Así que me dije que tenía que ir poco a poco, con calma y a disfrutar y hacer el mayor número de vueltas posibles. Hice bastante y fue muy divertido.

-¿La adaptación al coche fue más fácil de lo que esperaba?

-Me la esperaba así, era la primera vez que me subía y la verdad es que fue como me lo había imaginado.

-El trabajo en el simulador sería fundamental, ¿no?

-Sí, aunque en Caterham tampoco tenemos el mejor simulador. Ayuda un poco pero no tanto.

-Acabó por delante de su compañero en su primer día. ¿Lo esperaba?

-Fue una sorpresa. No me esperaba estar por delante, con el primer set salí tranquilo y me quedé a siete décimas. Luego salí y bajé mucho los tiempos. No me lo esperaba porque era mi primera vez con un Fórmula 1 y él está haciendo toda la temporada.

-¿Tuvo algún susto durante esa hora y media?

-Realmente no. Fui con tranquilidad, sabiendo que tenía que coger la medida al coche. La próxima vez quizá sí iré un poco más al límite pero es complicado porque la próxima será en otro circuito.

-¿Qué le dijeron en el equipo?

-Nada más bajar del coche estaban todos muy contentos, un ingeniero me dijo en la media hora de parón que lo estaba haciendo muy bien y acabamos muy contentos. Me hablaron bien del test que hice.

-Y ahora a esperar noticias para Singapur...

-Mi siguiente objetivo son las World Series en Budapest este fin de semana y es en lo que me tengo que concentrar. Esto de la Fórmula 1 ha sido un regalo, un paso adelante y si se repite bienvenido sea e intentaré hacerlo lo mejor posible.

-¿Singapur sería más complicado?

-Sí porque nunca he rodado allí, pero también llevas más carga aerodinámica.

-¿Pudo hablar con algún piloto del Mundial?

-Sí, con Vettel me saludé, con Bottas también, pero no coincidí mucho con los pilotos. Al rodar el viernes fui el jueves y tuve el día muy ocupado. El viernes rodé y vas un poco a tu bola, concentrado, con la prensa. No solemos coincidir mucho los pilotos en los circuitos porque cada uno va a su box y algunos están muy separados.

-¿Cómo vivió las horas previas?

-La noche anterior estaba muy tranquilo, pero antes de subir al coche sí empecé a tener un poco de nervios pero más que nada por pensar si sabría accionar cada botón en su momento, por si sabría dosificar porque era la primera vez en un Fórmula 1, pero estaba muy tranquilo por el hecho de rodar. Cuando me tumbé en la cama por la noche y respondí a los mensajes de felicitación sí que hubo cinco minutos en los que pensé: «Mañana correré en un F1». La tarde del jueves me fui a correr un poco para cansarme y poder dormir bien.

-Coincidió con su amigo y ex compañero en el DTM Juncadella. ¿Compartieron experiencias en Monza?

-Sí, estuve hablando la noche anterior con él.

-Solo pudo rodar media hora...

-No me parece muy bien. Lo que le hicieron no fue bonito, es capaz de ir tan rápido como los pilotos de Force India, se quedó muy cerca de ellos, a cuatro décimas. Él me dio algún consejo porque ya había subido a la Fórmula 1. En media hora solo puedes ir tranquilo y no romper el coche o arriesgar, pero si vas tranquilo y no haces nada quedas mal también. No es fácil subirse, ir bien y llevar el coche entero a casa.

-¿Ver a Ricciardo y Bottas le hace ser más optimista?

-La verdad es que lo que están haciendo los dos es increíble. Van tercero y cuarto y si tuvieran un Mercedes igual eran primero y segundo. Me alegro de verlos ahí y me da confianza. Hemos peleado muchas veces en otras categorías y creo que puedo estar con ellos otra vez.

-¿En pista se da cuenta de los pilotos con los que se iba cruzando?

-Es complicado hasta que te acostumbras. Por ejemplo, tuve un Red Bull detrás y no sabía quién era.

-Corrió con la luz verde, ¿tenía obligación de facilitar el paso al resto?

-Sí, pero justo cuando me cogió Vettel yo venía en una vuelta buena mía y en ese caso no tengo por qué dejarle pasar. Estaba justificado porque venía mejorando parciales, pero en carrera sí le tienes que dejar pasar.

-¿Coincidió con Alonso?

-Fuera de la pista no porque ya digo que los pilotos no coincidimos mucho y no hablamos, pero en pista sí. Cuando estaba haciendo la vuelta de entrada a boxes, veía que venía un Ferrari y frené para no molestarlo y dejarle pasar.

-Aún no había nacido la primera vez que Adrián Campos se subió a un Fórmula 1 y 27 años después toma el testigo otro valenciano a falta de debutar en carrera en la F1. ¿Siente que el viernes pasado entró en la historia del automovilismo valenciano?

-Es un orgullo pero no es el objetivo, sino correr un día en la Fórmula 1 e intentar ganar el Mundial. Pero primero hay que marcarse objetivos a corto plazo y luego más ambiciosos.

-La superlicencia era condicionada, pero ¿ya es definitiva o debe esperar a otros libres para acumular 300 kilómetros?

-Tiene que volver a reunirse la FIA con el equipo y ellos decidirán. Es un tema que lleva el equipo.

-Años atrás soñaba con medirse a Hamilton algún día...

-No puedo enfrentarme ahora con un Caterham contra un Mercedes. La ilusión está ahí, pero también competir con Fernando, Bottas y Ricciardo para ver cómo hemos evolucionado cada uno. Yo les veo y hacen las mismas cosas que hacían cuando éramos pequeños.

-¿Le ha llegado esta oportunidad en su mejor momento?

-En 2011 cuando gané la F3 porque estaba muy preparado, pero ahora estoy más formado, quizá es cuando mejor lo puedo hacer.

-¿Le ha ayudado haber corrido dos años el DTM a pesar de no ser monoplazas?

-Bastante porque en los años duros también aprendes, son años de esforzarse y sacar cosas.

-Meses atrás se quedó sin volante en el DTM. ¿Cómo se lo tomó?

-Cuando me enteré fue una noticia un poco dura y no sabía lo que hacer, no tenía apoyo económico para poder hacer nada, era muy complicado, pero gracias a dios que me salió la oferta de Zeta Corse de la mano de Félix Porteiro. Los primeros entrenamientos que hice con el coche en Aragón no fueron bien y me bajé muy preocupado del coche. Pensé que ya no estaba ni para correr en Fórmulas ni para DTM, no estaba en buen momento, pero cuando fui al entrenamiento en Jerez ya fue mejor y cuando fui segundo ya vi que estaba otra vez con buen feeling. He ido mejorando y es lo positivo. Voy recuperando el nivel que tenía en 2011 y espero incluso mejorarlo.

-Lo que parecía una noticia nefasta le ha relanzado hacia la F1...

-Sí, era lo mejor que me podía haber pasado. El DTM está muy bien, pero sobre todo si eres alemán y vives allí. Corren en circuitos muy pequeños y en Alemania. Aquí no se conoce tanto, pero se me cerró una puerta y se me abrió otra.

-¿Qué explicación le dieron?

-Acabé haciendo la mejor carrera de mi etapa en el DTM. No les interesaba tener a dos españoles en el mismo equipo. Quedé el 15º y podía haber quedado el décimo de no haber tenido tantos problemas. Además, ese año era de los peores coches del campeonato. No me dieron una explicación muy buena

-¿Le tuvo que dar permiso Mercedes para correr con Caterham?

-Sí. Se han portado muy bien. Me dejaron ya primero en el simulador. Toto Wolff siempre me ha apoyado y creído mucho en mí.

-Si repite en Singapur tendrá que alternar cada semana World Series y F1. ¿Puede ser un problema?

-Por el físico es perfecto porque cuanto más ruedas más en forma estás pero en la cabeza igual sí te haces un lío. Pero yo me lo paso bien con los dos coches, disfruto y veremos qué pasa. De momento, mi objetivo son las World Series, si me dicen a principios de año que sería segundo con opciones de ganar no me lo creería. La F1 no habría llegado si no hubiera ganado allí.

-Si gana las World Series tendría también la Superlicencia...

-La superlicencia y un test con el Red Bull de Fórmula 1. Si gano miraré cuándo es, pero tendría que hablarlo con Mercedes, si me dejan probar el Mercedes no hay problema, pero es mejor probar el coche del que tengas opciones reales de competir algún día.

-¿Cómo ve su pelea con Sainz en lo que resta de campeonato?

-Es difícil porque este año está muy fuerte y hay que ver cómo va el coche hasta final de año. Las últimas carreras tuvimos un coche muy bueno, sobre todo en Moscú. Budapest lo conozco algo, entrenamos bastante en las World Series y tengo tiempo para prepararme.

-¿Ciclismo, atletismo...?

-Me encanta salir con la bici, correr, gimnasia, el problema de hoy en día es que hay que pesar muy poco y correr el lo que mejor va porque ayuda a perder peso. Me gusta combinar. Una sola cosas es aburrido y monótono.