El español Fernando Alonso (McLaren) dio una vez más muestras de su pacencia al aceptar con resignación una nueva retirada, esta vez en el Gran Premio de Singapur por por problemas en el cambio de marchas, mientras que Sebastian Vettel (Ferrari) demostró con su victoria que Mercedes no se puede permitir ni un fallo.

A poco que las balas plateadas mostraron un síntoma de debilidad, con el inesperado abandono de Lewis Hamilton y el cuarto puesto de Nico Rosberg, el alemán estuvo ahí para sumar su triunfo número 42, con el que supera al mítico Ayrton Senna, y se convierte en el tercer piloto con más victorias la Fórmula 1, tras Alain Prost y Michael Schumacher.

La del domingo fue la tercera ocasión en la que Vettel rompió la hegemonía de Mercedes con el Ferrari que Fernando Alonso dejó el pasado año. El español está en una lucha muy distinta contra su propio coche, que volvió a dejarle tirado. El doble campeón mundial abandonó a causa de un problema en la caja de cambios, por séptima vez en la peor temporada de la historia de McLaren.

«Me he retirado cuando estaba en la zona de puntos y mi compañero Jenson (Button) también. Era una carrera en la que podíamos puntuar si todo salía bien», dijo el asturiano. «Ojalá tenga otra vez la oportunidad de estar ahí en alguna carrera de las que quedan. Y si no, pues a aprender cosas. Nos falta mucho por mejorar: de velocidad, de características del coche, de fiabilidad...Tenemos muchos deberes para este invierno», añadió Alonso.

Igual de disgustado que el piloto de McLaren se mostró su compatriota Carlos Sainz (Toro Rosso), pero no por el rendimiento de su coche, que le permitió acabar noveno, sino por el comportamiento de su compañero Max Verstappen, que no le dejó pasar para tratar de superar a Daniil Kvyat (Red Bull). «Después de intentar adelantarle él durante diez vueltas, pensé que tal vez podría intentarlo yo una vuelta si Max me cediera su posición y, en caso de no poder, devolvérsela», dijo antes de revelar notablemente enfadado que «yo le he dejado pasar tres veces este año y él ninguna. Sólo quería mi oportunidad, pero él decidió no dejarme. Es algo que tenemos que hablar como equipo», sentenció.

Quien no tuvo ninguna oportunidad en Singapur fue el valenciano Roberto Merhi, que se vio forzado a ceder el asiento del Manor al estadounidense Alexander Rossi, que acabó decimocuarto, por delante de su compañero inglés Will Stevens, al que habitualmente superaba el de Benicàssim.

A pesar de su retirada, Hamilton salió líder de Singapur, con 252 puntos, 41 sobre su compañero y rival alemán Nico Rosberg, que no pudo subir al podio que ocuparon Daniel Ricciardo (Red Bull) y Kimi Raikkonen (Ferrari), y con 49 sobre Vettel, que evitó que el inglés igualase las 41 victorias de Senna.