Lewis Hamilton vuelve a dar la nota. El excéntrico campeón del mundo de Fórmula 1 no quiere dejar de estar bajo los focos mediáticos y aunque en esta ocasión no hay una espectacular novia ni imágenes de sonadas fiestas, su última cagada podría ser monumental. El inglés, en plenas facultades o no, ha decidido grabarse (o simularlo) defecando en el lavabo de un avión. Las redes sociales se huelen un simulacro.

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