La FIA considera aceptables las explicaciones que presentó el equipo Ferrari sobre el enigmático mensaje que desplegó durante el GP de Australia y que pudo haber infringido el artículo 27.1 del reglamento según el cual "el piloto debe conducir el coche solo y sin ayuda".

La regla afecta tanto a los mensajes de radio entre el muro y el piloto como a los desplegados en la pizarra.

Durante la primera carrera del Mundial 2016, el GP de Australia en el Albert Park de Melbourne, Ferrari desplegó un extraño mensaje para su piloto Sebastian Vettel, cuatro veces campeón mundial: "-3.2 LFS6 P1'.

El mensaje fue puesto en manos del director de carreras de la FIA, Charlie Whiting, por uno de los equipo, y se abrió una investigación sobre el asunto.

Según autosport, la FIA se ha declarado satisfecha con las explicaciones de Ferrari, cuyos detalles no se revelan.

Durante aquella carrera varios equipos tuvieron problemas para el cálculo de combustible tras los 20 minutos de interrupción ocasionada por el accidente del español Fernando Alonso durante la vuelta 17.

El coche de Vettel tuvo problemas con el software del SECU (Unidad de Control Electrónico) que justificaron la exhibición de dicho mensaje en la pizarra, y la FIA lo considera permisible, por lo que ha resuelto no tomar ninguna medida contra el equipo italiano.

La FIA graba con cámaras los paneles para evitar la transmisión de mensajes destinados a la optimización del coche y cinco comisarios vigilan constantemente las conversaciones de radio.