Diez años después del primer título de Lewis Hamilton en la Fórmula 1, uno de los grandes protagonistas de aquella última carrera en Brasil, Timo Glock, desvela la pesadilla que vivió después de aquel Gran Premio, en el que el adelantamiento del británico sobre él en el tramo final de la carrera dejó a Felipe Massa sin un título que ya celebraban en su box de Ferrari.

Así, en unas declaraciones a la ESPN, el piloto alemán (ahora en el DTM), destaca que "hubo un par de periodistas que fueron muy agresivos, sobre todo italianos, culpándome y diciéndome que lo había hecho a propósito y que debía ser algo planeado antes de la carrera y preguntándome cuánto me habían pagado Mercedes y Lewis. Nunca pensé que estaría en esa situación. No podía creer que la gente pensara que de alguna manera había planeado eso con Lewis antes de la carrera. ¿Cómo ibamos a saber que la meteorología sería así antes de la carrera?".

Pero lo peor de todo, fueron la amenazas que recibió él y su familia más cercana. "incluso a mi familia, a mi padre y a mi madre, les llegaron cartas preguntando cómo había hecho eso y diciendo que la gente debería haberme pegado un tiro y que no debería seguir en el deporte. No me podía creer que la gente fuera tan mala, era bastante extremista".

Una pesadilla que revivía cada año cuando la gente le preguntaba por aquella carrera, pero que bajó en su intensidad después de que alguien hiciera público en 2017 un vídeo de su cámara on board en el que se aprecia que lejos de dejarse adelantar, estaba en una situación de carrera en la que era poco menos que un milagro mantenerse en la pista.

"Cada año, cada noviembre, me preguntan sobre esto. El abuso es menor desde que alguien subió un vídeo a Internet en el que se puede ver cuánto sufrí en la última vuelta. Esto ayudó a calmar la situación por completo, ya que puedo contestar a la gente con eso ahora. No sé por qué les llevó tanto tiempo, pero tampoco tengo idea de por qué tardé yo tanto tiempo en pedirles que subieran la on board a Internet, pero ha ayudado a la gente a entender que no había ninguna estrategia y que simplemente fue una batalla para mantenerme en la pista".

Un fin de polémica que, eso sí, no le hace olvidar el sufrimiento por el que tuvieron que pasar él y su familia.